La política exterior y la seguridad nacional, aunque no han dominado la campaña electoral de este año, podrían jugar un papel crucial en el próximo debate presidencial. Cualquier error o desliz en temas sensibles como la guerra entre Israel y Hamas, el conflicto en Ucrania o la rivalidad con China podría perjudicar a los candidatos. Mientras la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump afinan sus estrategias para el enfrentamiento, ambos cuentan con el apoyo de asesores experimentados en política exterior que podrían, eventualmente, formar parte de sus administraciones en caso de victoria.
El enfoque de Donald Trump
Donald Trump, conocido por su estilo impredecible y fluido, ha declarado que se ha estado preparando «toda su vida» para los debates, restando importancia a la necesidad de un estudio profundo previo. Aunque su equipo de campaña ofrece puntos de discusión en temas de seguridad nacional, no cuenta con un asesor de política exterior designado formalmente, prefiriendo apoyarse en exfuncionarios leales que trabajaron en su administración.
Entre las voces influyentes se encuentra Jared Kushner, su yerno, quien sigue siendo una figura cercana en las discusiones de política exterior. También destacan figuras como Keith Kellogg, un general retirado que asesora a Trump en cuestiones de seguridad y ha respaldado su enfoque de «Estados Unidos primero». Además, Richard Grenell y Stephen Miller, exfuncionarios de su administración, continúan colaborando en su preparación para temas clave como las relaciones internacionales y la inmigración.
Trump es probable que critique a Harris por la situación en la frontera sur, la salida de Afganistán y la actual guerra en Gaza, mientras reitera su creencia de que muchos aliados internacionales se benefician del poderío militar estadounidense sin invertir lo suficiente en sus propias defensas.
Kamala Harris y su equipo de expertos
Por su parte, Kamala Harris ha recurrido a un equipo de expertos en política exterior, muchos de ellos antiguos miembros de administraciones demócratas, para prepararse de cara al debate. Aunque su equipo de la Casa Blanca no puede participar directamente en los preparativos, Harris ha contado con asesores externos como Philippe Reines, quien ha desempeñado el papel de Trump en los ensayos simulados, y Colin Kahl, exfuncionario del Pentágono que la asesora informalmente.
Harris critica la visión de Trump sobre las relaciones internacionales, especialmente su admiración por líderes autocráticos como Vladimir Putin, y defiende la importancia de las alianzas de Estados Unidos con sus socios internacionales. Exfuncionarios como Tom Donilon y Jeremy Bash también forman parte de su círculo de asesores, ayudándola a consolidar un enfoque de política exterior que valora el trabajo en equipo y las alianzas estratégicas, en contraposición al enfoque más aislacionista de Trump.
Diferencias clave en los enfoques
Los contrastes entre ambos candidatos son claros: mientras Trump se inclina por una política exterior transaccional y centrada en la reducción de compromisos internacionales, Harris aboga por un enfoque cooperativo, manteniendo a los aliados como elementos cruciales en el fortalecimiento de la posición de Estados Unidos en el escenario global.
En el próximo debate, las posiciones de Harris y Trump sobre temas como el conflicto en Oriente Medio, la guerra en Ucrania y la competencia con China serán seguidas de cerca, no solo por los votantes, sino también por expertos en seguridad nacional que ven este enfrentamiento como una muestra de lo que podría estar en juego en las futuras políticas de la Casa Blanca.