El secretario de Estado, Marco Rubio, ha ordenado la suspensión casi total de la asistencia exterior de Estados Unidos mientras se lleva a cabo una revisión de los fondos asignados. La directiva, comunicada a las misiones diplomáticas y agencias federales, sigue la orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump a principios de semana, que exige evaluar la eficacia de estos programas en un plazo de 90 días.
Revisión integral y restricciones a los fondos internacionales
El memorando interno del Departamento de Estado establece que ninguna agencia federal, incluidos el Departamento de Estado y USAID, podrá desembolsar fondos de asistencia exterior sin la autorización expresa de Rubio o un funcionario designado. Sin embargo, se han aprobado excepciones para la financiación militar de Israel y Egipto, así como para la asistencia alimentaria de emergencia y los gastos administrativos relacionados.
Israel recibe anualmente alrededor de $3,300 millones en ayuda de EE.UU., mientras que Egipto obtiene aproximadamente $1,500 millones. La decisión de excluir a ambos países de la suspensión resalta su importancia dentro de la estrategia de seguridad nacional de Washington en Medio Oriente.
Además, el memorando contempla una evaluación detallada de los programas de asistencia en todo el gobierno federal, con un informe final que será entregado al presidente Trump dentro de los próximos 85 días. Mientras tanto, la directiva exige que se desarrollen criterios específicos para determinar qué programas podrán continuar recibiendo fondos.
Impacto y reacciones políticas
La medida ha generado críticas inmediatas en el Congreso. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, calificó la acción como inconstitucional y cuestionó la legalidad de retener fondos ya asignados. Expertos en política exterior han advertido que esta suspensión podría afectar programas de cooperación en América Latina, África y Europa del Este, incluidos aquellos destinados a combatir el narcotráfico, fortalecer la democracia y proporcionar asistencia humanitaria en zonas de conflicto.
Trump ha expresado reiteradamente su oposición a la ayuda exterior, argumentando que los fondos deberían destinarse a necesidades internas en lugar de ser enviados al extranjero. Durante su primer mandato, su administración recortó la financiación a varias agencias de la ONU y redujo temporalmente el apoyo a países como Guatemala y El Salvador.
Un viaje clave a Centroamérica en medio de la incertidumbre
Rubio, quien fue confirmado por el Senado con un amplio respaldo bipartidista, tiene previsto viajar a Centroamérica la próxima semana, con visitas programadas a Panamá, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y la República Dominicana. Se espera que la suspensión de la asistencia exterior sea un tema central en sus reuniones con líderes de la región.
A medida que avanza la revisión de los fondos internacionales, la decisión de la administración Trump podría redefinir el papel de EE.UU. en la diplomacia global y reconfigurar sus relaciones con aliados estratégicos en distintas partes del mundo.