El gobierno del presidente Donald Trump ha dado un nuevo giro en su política migratoria al autorizar la deportación acelerada de miles de inmigrantes que ingresaron a Estados Unidos bajo el programa de ‘parole’ humanitario y mediante la aplicación CBP One. La medida, confirmada a través de un memorando interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), revoca los permisos temporales de estancia otorgados por la administración anterior y amplía la capacidad de expulsión de migrantes dentro del territorio nacional.
Una nueva fase en la política migratoria de Trump
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha implementado una serie de acciones para desmantelar los programas migratorios creados por su predecesor, Joe Biden. El ‘parole’ humanitario, que beneficiaba a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, permitía el ingreso legal de personas en situación de vulnerabilidad con un permiso de residencia y trabajo por dos años. De acuerdo con cifras oficiales, más de 530,000 migrantes se acogieron a este mecanismo.
Asimismo, el uso de la aplicación CBP One, que facilitaba la programación de citas para solicitar asilo en la frontera, quedó cancelado por orden ejecutiva en el primer día del nuevo gobierno. Ahora, la administración de Trump ha decidido ampliar el uso de deportaciones expeditas, tradicionalmente aplicadas a inmigrantes recién llegados a la frontera, para incluir a quienes ya se encuentran dentro del país con estos permisos.
Expulsiones inmediatas y ampliación de poderes a ICE
El memorando del DHS, firmado por el secretario interino Benjamine Huffman, otorga a las agencias federales, incluyendo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la facultad de revocar los permisos de estancia temporal y proceder con la deportación inmediata de los afectados.
Según los lineamientos internos, las expulsiones se realizarán de manera progresiva y podrían afectar a más de un millón de personas que ingresaron desde 2023 bajo estas disposiciones migratorias. En paralelo, ICE también podrá actuar contra aquellos migrantes que accedieron a territorio estadounidense mediante la aplicación CBP One, ampliando significativamente el radio de acción de las autoridades migratorias.
Reacciones y posibles implicaciones
La decisión ha generado una fuerte reacción entre defensores de los derechos de los inmigrantes, quienes argumentan que estas medidas exponen a miles de personas a un proceso de expulsión sin garantías legales adecuadas. Organizaciones proinmigrantes han señalado que la eliminación del ‘parole’ humanitario pone en riesgo a individuos que huyeron de crisis humanitarias en sus países de origen.
Desde el gobierno, la narrativa oficial ha justificado la revocación de estos programas bajo el argumento de que la administración Biden “abusó” del mecanismo del ‘parole’ para permitir la entrada masiva de inmigrantes sin un control adecuado. “Todo esto se detuvo el primer día de la administración Trump”, afirmó el DHS en un comunicado reciente.
Mientras el Congreso no legisle sobre una reforma migratoria estructural, el futuro de los beneficiarios del ‘parole’ humanitario y de quienes usaron CBP One dependerá de las órdenes ejecutivas y del actuar de las agencias migratorias. Con estas nuevas directrices, la administración Trump deja en claro que su política migratoria estará marcada por un enfoque restrictivo y una ejecución rápida de deportaciones en todo el territorio estadounidense.