Seis personas perdieron la vida este jueves tras estrellarse un helicóptero turístico en el río Hudson, en las cercanías del muelle 40 de la ciudad de Nueva York. Entre las víctimas se encontrarían cinco ciudadanos españoles, todos miembros de una misma familia, y el piloto de la aeronave, según informaciones preliminares divulgadas por las autoridades locales.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, ofreció declaraciones a los medios en las que señaló que a bordo del helicóptero viajaban tres adultos y tres menores de edad, quienes se encontraban visitando la ciudad procedentes de España. Las autoridades agradecieron la rápida intervención de los equipos de emergencia, que acudieron al lugar del siniestro tras recibir una llamada de alerta sobre las 15:17 horas (hora local).
De acuerdo con la comisionada del Departamento de Policía de Nueva York, Jessica Tisch, cuatro de las víctimas fueron halladas sin vida en el lugar del accidente, mientras que las otras dos fueron trasladadas a centros hospitalarios donde, lamentablemente, fallecieron debido a la gravedad de sus heridas.
La aeronave, identificada como un helicóptero Bell 206, realizó un vuelo turístico de aproximadamente 16 minutos. Durante su recorrido, sobrevoló la Estatua de la Libertad y posteriormente se dirigió río arriba por el Hudson en dirección al puente George Washington, antes de precipitarse al agua por causas que aún están siendo investigadas por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
Hasta el momento, las identidades de las víctimas no han sido reveladas oficialmente, a la espera de que las autoridades completen el proceso de notificación a los familiares. Mientras tanto, el Consulado General de España en Nueva York mantiene comunicación con las autoridades estadounidenses para confirmar la identidad de los fallecidos y brindar asistencia consular a los allegados.
Este trágico incidente ha conmocionado a la comunidad local y al país de origen de los viajeros, en tanto se espera que las investigaciones puedan esclarecer lo ocurrido y determinar si hubo fallos técnicos o humanos que propiciaron el accidente.