Estados Unidos y Guyana firman acuerdo de seguridad mientras crecen las tensiones regionales

GEORGETOWN, Guyana — En una visita de alto perfil marcada por la firma de un nuevo memorando de entendimiento, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, y el presidente de Guyana, Irfaan Ali, sellaron este miércoles un acuerdo bilateral para reforzar la cooperación en materia de seguridad, lucha contra el narcotráfico y crimen organizado, en un contexto regional que enfrenta crecientes amenazas transnacionales y disputas territoriales.

El acuerdo, firmado en la sede del gobierno guyanés, establece mecanismos para mejorar el intercambio de inteligencia, detectar drogas sintéticas, investigar redes criminales internacionales y promover la cooperación militar entre ambos países. También se contempla una colaboración más estrecha frente a amenazas emergentes como la trata de personas, el blanqueo de capitales y el contrabando.

Durante la ceremonia, el presidente Ali destacó el carácter estratégico de la relación con Washington. “Los mejores aliados son aquellos que comparten valores fundamentales, y Guyana considera a Estados Unidos como un socio fiable en su camino hacia el desarrollo y la seguridad,” afirmó el mandatario. Subrayó además la importancia de defender la soberanía nacional ante reclamos territoriales que calificó de ilegítimos, en clara referencia a la disputa con Venezuela por la región del Esequibo.

Rubio, en su primer viaje a América del Sur como jefe de la diplomacia estadounidense, no escatimó en advertencias: “Cualquier agresión contra Guyana o contra empresas estadounidenses será un error de consecuencias graves,”advirtió, aludiendo a posibles escenarios de conflicto con Venezuela. El funcionario se mostró enfático al declarar que la estabilidad y la prosperidad de Guyana son intereses prioritarios para su país, tanto por razones geopolíticas como económicas.

El acuerdo se produce en un momento en que Guyana experimenta un auge económico derivado de sus vastos recursos energéticos, particularmente petróleo y gas, lo que la convierte en un foco de atracción para inversiones, pero también en un blanco potencial para el crimen transnacional. En este sentido, Rubio enfatizó que la seguridad es la condición esencial para el desarrollo sostenible, y que Estados Unidos está decidido a actuar preventivamente para evitar que organizaciones criminales como el Tren de Aragua encuentren espacio en el país.

En el plano económico, ambas partes discutieron posibles consecuencias de las tarifas estadounidenses a embarcaciones chinas y su impacto indirecto en el comercio caribeño. Aunque Rubio no ofreció garantías concretas, aseguró que transmitirá estas preocupaciones a Washington y que Guyana, como socio estratégico, merece un trato diferenciado en materia comercial.

Asimismo, se abordaron temas como migración irregular, colaboración en infraestructura crítica, energía, y atención médica, áreas donde se prevé un aumento de la cooperación bilateral. Rubio también defendió la reciente política de revocación de visas a estudiantes extranjeros que participen en actividades consideradas disruptivas en territorio estadounidense, medida que ya ha generado controversia internacional.

La visita refuerza el acercamiento entre Washington y Georgetown en un momento clave para el Caribe y América del Sur, y subraya la intención de Estados Unidos de contrarrestar la influencia de actores regionales considerados hostiles, como el gobierno de Nicolás Maduro. Mientras tanto, Guyana intenta consolidarse como una nación emergente con proyección regional, apoyada por una red de alianzas que ahora se estrecha aún más con la potencia del norte.

La firma del memorando no solo representa un paso más en la relación bilateral, sino también una declaración política en un escenario hemisférico cada vez más volátil, donde las alianzas estratégicas cobran un nuevo protagonismo frente a los desafíos compartidos en seguridad, gobernabilidad y desarrollo.

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