El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha instado a Canadá a unirse a la iniciativa de México de incrementar los aranceles a los productos chinos con el objetivo de fortalecer la economía de América del Norte ante el aumento de importaciones provenientes del país asiático.
Bessent calificó la propuesta mexicana de equiparar los aranceles estadounidenses a las importaciones chinas como una medida “interesante” y señaló que sería un gesto significativo si Canadá también adoptara esta estrategia. Según declaraciones recogidas en una entrevista con la agencia Bloomberg, el funcionario afirmó que la unificación de aranceles en la región ayudaría a consolidar una “fortaleza económica” en Norteamérica frente a la competencia china.
Esta medida surge en el contexto de reuniones recientes entre representantes de los gobiernos de México y Estados Unidos, donde se discutió la posibilidad de aumentar los aranceles con el fin de contrarrestar los gravámenes del 25 % que el expresidente Donald Trump ha propuesto aplicar a las importaciones mexicanas a partir del 4 de marzo.
En febrero, Washington ya había impuesto un arancel adicional del 10 % a productos chinos, sumándose a otras restricciones previas implementadas por la administración de Joe Biden. No obstante, siguen vigentes los impuestos más elevados introducidos durante la presidencia de Trump, que afectan importaciones por un valor superior a 300.000 millones de dólares, argumentando el robo de propiedad intelectual a empresas estadounidenses.
Por su parte, Canadá ya había establecido aranceles sobre vehículos eléctricos, acero y aluminio provenientes de China durante el verano pasado, en alineación con la política de la Casa Blanca bajo la administración de Biden. En diciembre, el gobierno canadiense anunció la imposición de nuevos gravámenes sobre minerales estratégicos, aunque aún no se han implementado. Se especula que esta medida podría ser utilizada como herramienta de negociación ante una posible presidencia de Trump, quien ha reiterado su intención de aplicar un arancel del 25 % a los productos de sus socios comerciales norteamericanos en respuesta a su presunta falta de control sobre el tráfico de drogas y la inmigración irregular.