Según reporta Europa Press, el Gobierno de Estados Unidos ha reafirmado su apoyo a las soluciones diplomáticas en el conflicto en curso entre Israel y el grupo chií libanés Hezbolá. Esta posición se hace pública tras las declaraciones de un ministro del gabinete de guerra israelí sobre las posibles resoluciones de las tensiones en la frontera norte con Líbano, que podrían incluir un «acuerdo» con el país vecino o una escalada militar.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, expresó en rueda de prensa que Estados Unidos «no apoya una guerra total con Hezbolá», agregando que aunque Israel tiene derecho a defenderse de los ataques de Hezbolá, una organización que ha amenazado la seguridad israelí durante años, la preferencia de Washington sigue siendo la resolución pacífica. Miller enfatizó la necesidad de un alto el fuego en Gaza para facilitar una solución diplomática en la frontera norte.
Asimismo, destacó que una confrontación militar abierta no sería sostenible para Israel, dado que tal situación podría desplazar a decenas de miles de ciudadanos israelíes. Miller subrayó la importancia de resolver el conflicto por medios pacíficos, indicando que una guerra en el norte desviaría recursos ya comprometidos por el conflicto en Gaza, lo que no sería un éxito estratégico para Israel.
El contexto de estas declaraciones sigue a las afirmaciones de Benny Gantz, ministro del gabinete de guerra, quien ha indicado que Israel buscará resolver la situación en la frontera norte mediante un acuerdo o, si es necesario, a través de una escalada en la respuesta militar. Gantz, aunque no es miembro del ejecutivo, fue incluido en el gabinete de guerra por el Primer Ministro Netanyahu tras los ataques de Hamás el pasado 7 de octubre.
Desde el 8 de octubre, un día después de los ataques de Hamás, han ocurrido enfrentamientos entre el ejército israelí y Hezbolá. Estos conflictos han resultado en aproximadamente 1,200 muertes y cerca de 240 secuestros, según informes de las autoridades israelíes. La situación sigue siendo volátil y la comunidad internacional observa de cerca en busca de señales de una posible escalada o una resolución pacífica a largo plazo.