El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, visitó la comunidad Victoria de Girón en Camagüey como parte de las giras gubernamentales destinadas a monitorear proyectos sociales y económicos en las provincias. Aunque algunos residentes agradecieron que durante el día de su visita no se produjeran cortes eléctricos en la zona, otros cuestionan la verdadera utilidad de estos recorridos en medio de la grave crisis que enfrenta el país.
Acompañado de dirigentes como Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), Díaz-Canel conoció iniciativas locales, como un proyecto para prevenir embarazos en adolescentes y esfuerzos por reincorporar a personas desvinculadas del trabajo. Sin embargo, estas acciones, aunque destacadas por las autoridades, contrastan con las carencias cotidianas que vive la mayoría de los camagüeyanos.
Críticas a la desconexión con el pueblo
Julia, una residente de la provincia, expresó su escepticismo sobre la imagen que estas visitas intentan proyectar: “Siempre aparece rodeado de un pequeño grupo de personas, aparentemente funcionarios o dirigentes. Pero el pueblo real, el que no aguanta más miseria, ese no está presente. Parece que estas giras buscan más promover una apariencia que resolver los problemas de fondo”.
En las redes sociales y conversaciones callejeras, muchos comparten esta percepción. A pesar de los discursos oficiales que destacan la participación popular como clave para superar la crisis, el descontento es palpable. Familias que lidian con la escasez de alimentos, medicamentos y apagones ven estas visitas como una desconexión con la realidad que enfrentan a diario.
Realidades contrastantes
Durante su intervención, Díaz-Canel señaló que las visitas permiten identificar lugares donde, a pesar de las limitaciones de recursos, se logran avances importantes. Sin embargo, para gran parte de la población, estas palabras suenan vacías frente a una situación que no mejora.
“Hablan de innovación y esfuerzo colectivo, pero las condiciones de vida empeoran cada día. ¿De qué sirve un proyecto en una comunidad si el resto del país sigue sufriendo las mismas penurias?”, cuestionó un vecino que prefirió no dar su nombre.
Prioridades en entredicho
La visita también incluyó recorridos por la Empresa Pesquera de Camagüey y la finca Villa Luisa, reconocida por sus logros en la producción agrícola. No obstante, estas acciones son percibidas como insuficientes ante la magnitud de la crisis. Mientras el gobierno insiste en que se puede avanzar con “trabajo e inteligencia”, muchos cubanos creen que el enfoque sigue siendo superficial y más orientado a controlar la narrativa que a transformar la realidad.
El día sin apagones en Victoria de Girón durante la visita presidencial fue un alivio momentáneo para los residentes, pero la pregunta persiste: ¿cuánto tiempo más podrá el pueblo soportar una crisis que parece no tener fin?
