Personas transportando equipaje y suministros, logo Puentes de Amor

Carlos Lazo pide ampliar la importación sin aranceles

La organización Puentes de Amor, encabezada por el activista Carlos Lazo, ha solicitado formalmente al gobierno cubano la extensión de la medida aduanal que permite la entrada de alimentos, medicinas y artículos de aseo sin aranceles ni restricciones por parte de los viajeros. Aunque esta medida ha aliviado en parte las necesidades de muchas familias en Cuba, su existencia y dependencia ponen en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar bienes esenciales a su población.

En una carta dirigida a Ana Teresita González Fraga, directora de la Dirección de Atención a Cubanos Residentes en el Exterior, Lazo destacó que esta normativa, vigente desde 2021, ha sido renovada en varias ocasiones debido a su impacto positivo en la población. Sin embargo, su vigencia está programada para finalizar el próximo 31 de enero, lo que ha generado preocupación entre los ciudadanos que dependen de estos envíos para cubrir necesidades básicas.

Una solución provisional a un problema estructural

Si bien Lazo subrayó los beneficios de la medida, señalando que ha permitido a los cubanos en el exterior contribuir directamente al bienestar de sus familias, el hecho de que una solución temporal como esta sea tan crucial para la población cubana plantea preguntas fundamentales sobre el papel del gobierno. ¿Por qué, en un país que proclama principios de justicia social, deben ser los familiares en el extranjero quienes asuman la responsabilidad de suplir las carencias básicas?

La crisis económica que afecta a la Isla, agravada por el embargo estadounidense, ha sido utilizada como argumento central para justificar la falta de bienes esenciales. No obstante, muchos cuestionan la capacidad del gobierno para gestionar recursos y garantizar los mínimos indispensables para la vida cotidiana.

Dependencia de la diáspora: ¿Un puente o un parche?

Mientras Lazo insiste en que esta normativa ayuda a fortalecer los lazos entre los cubanos dentro y fuera de la Isla, también se podría argumentar que perpetúa una dependencia insostenible de la diáspora. La economía cubana sigue siendo incapaz de producir o importar suficientes alimentos, medicinas y productos de higiene, dejando a la población vulnerable a fluctuaciones externas y decisiones políticas.

Los críticos señalan que la prórroga de esta medida, aunque necesaria en el corto plazo, no aborda las raíces del problema. «El gobierno debería centrarse en generar soluciones estructurales para que estas importaciones no sean la única vía de acceso a bienes esenciales», expresó un analista económico.

Es imperativo que, más allá de prorrogar esta medida, el gobierno cubano tome acciones concretas para garantizar una producción y distribución eficiente de bienes esenciales dentro del país. 

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