Billetes dólar con flecha roja descendente, símbolo de caída.

Aumento de la morosidad en préstamos de autos en EE.UU.: un síntoma de crisis financiera en expansión

El creciente nivel de impagos en los préstamos para automóviles en Estados Unidos ha alcanzado cifras no vistas en más de 30 años, lo que refleja la presión económica que afecta a millones de familias. Según un informe de Fitch Ratings, el 6.56% de los prestatarios con financiamiento automotriz registraron retrasos de al menos 60 días en sus pagos durante enero, el nivel más alto desde 1994.

Este fenómeno se inscribe en un contexto de inflación persistente, tasas de interés elevadas y un mercado laboral que muestra signos de enfriamiento. De acuerdo con el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el 3% de los préstamos para vehículos ingresó en estado de morosidad grave en el cuarto trimestre de 2024, lo que significa un aumento considerable desde los niveles previos a la pandemia.

Los más vulnerables, los más afectados

El alza en los impagos afecta con mayor intensidad a los prestatarios con puntajes de crédito más bajos. Los consumidores clasificados como «subprime», con una calificación de 640 o menos, representan la mayoría de los nuevos morosos. En cambio, aquellos con mejores historiales financieros han mostrado un incremento más moderado en sus retrasos: solo el 0.39% de los prestatarios «prime» registraron mora de 60 días, aunque esta cifra también ha aumentado respecto al 0.35% del año anterior.

La crisis se explica, en parte, por el aumento del costo de los vehículos y el encarecimiento del financiamiento. En enero de 2025, el precio promedio de un auto nuevo superó los $48,500, un incremento significativo desde los $38,000 registrados en 2020. Paralelamente, las tasas de interés han elevado los pagos mensuales promedio de los préstamos para autos nuevos a $755, muy por encima de los $566 que se pagaban en 2019.

Un panorama económico preocupante

El creciente nivel de morosidad en préstamos automotrices es un reflejo de una presión financiera más amplia sobre los consumidores. Los datos sugieren que las dificultades económicas no se limitan al mercado automotor: las tasas de morosidad en tarjetas de crédito y otros tipos de deuda también han mostrado aumentos en los últimos meses.

El impacto de las políticas económicas también juega un papel crucial en este fenómeno. La reciente imposición de aranceles a las importaciones de autos por parte del gobierno de Estados Unidos podría incrementar aún más los precios, haciendo que la adquisición de un vehículo sea aún menos accesible para muchas familias.

¿Hacia una nueva crisis financiera?

Si bien la morosidad en préstamos automotrices no representa en sí misma un riesgo sistémico inmediato para la economía, los expertos advierten que el aumento sostenido de impagos podría ser un indicio temprano de una crisis crediticia más amplia. La combinación de un alto endeudamiento de los consumidores, tasas de interés elevadas y un posible debilitamiento del mercado laboral podría desembocar en una recesión si las condiciones económicas no mejoran en los próximos meses.

En este escenario, los especialistas recomiendan a los consumidores ser más cautelosos al adquirir financiamientos de largo plazo y buscar alternativas más económicas antes de comprometerse con una deuda difícil de sostener en un entorno financiero incierto.

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