Los principales índices bursátiles de Estados Unidos registraron un repunte significativo tras el anuncio de una reducción temporal de aranceles por parte del Gobierno estadounidense. La medida, que contempla una rebaja al 10% durante un período de 90 días, se aplica exclusivamente a los países que optaron por el diálogo en lugar de responder con represalias a las sanciones impuestas previamente por Washington.
Hacia las 20:15 horas de Madrid, el índice Dow Jones avanzaba un 6,80%, alcanzando los 40.205,70 puntos. Por su parte, el S&P 500 subía un 7,67%, situándose en los 5.365,10 puntos, mientras que el tecnológico Nasdaq escalaba un notable 9,76%, llegando a los 16.757,61 puntos.
Este nuevo capítulo en la política comercial estadounidense se da en el contexto de una jornada marcada inicialmente por la entrada en vigor de aranceles más severos: un 20% para productos procedentes de la Unión Europea y un sorprendente 104% para importaciones chinas. Posteriormente, el Ejecutivo anunció que los aranceles a China se incrementarían de forma inmediata hasta el 125%.
La política comercial adoptada por la administración estadounidense ha generado respuestas mixtas en el plano internacional. La Unión Europea ha propuesto aplicar un gravamen del 25% a ciertos productos estadounidenses a partir del 15 de abril, aunque excluyendo bienes emblemáticos como el bourbon. Sin embargo, dentro del bloque europeo persisten diferencias sobre la magnitud y conveniencia de la medida, especialmente por el riesgo de intensificar las tensiones comerciales.
En medio de este escenario, el presidente estadounidense ha rechazado una propuesta europea que planteaba eliminar completamente los aranceles bilaterales, exigiendo en su lugar un incremento en la compra de energía estadounidense por valor de 350.000 millones de dólares, como vía para equilibrar la balanza comercial. Está previsto que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, visite Washington el 16 de abril para abordar posibles acuerdos que estabilicen los aranceles en un 10% mutuo.
La euforia de los mercados refleja, al menos en el corto plazo, una mayor confianza de los inversores ante la posibilidad de distensión comercial, aunque la volatilidad se mantiene como un factor determinante en el entorno económico global.