El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha emitido un informe que arroja luz sobre la situación de la nutrición infantil en Cuba, revelando que un 9% de los niños en la isla enfrentan pobreza alimentaria grave. Aunque esta cifra es alarmante, el estudio también indica que Cuba se encuentra en un rango comparativamente bajo dentro del contexto latinoamericano, donde otros países muestran tasas similares o incluso superiores.
La pobreza alimentaria grave en Cuba implica que los menores tienen acceso limitado a los alimentos esenciales, con muchos consumiendo solamente dos de los ocho grupos de alimentos fundamentales para un desarrollo saludable. Este grupo incluye predominantemente productos lácteos y un alimento básico rico en almidón, como arroz, maíz o trigo. Sin embargo, la ingesta de frutas, verduras y proteínas es notablemente baja entre estos niños, con menos del 10% consumiendo frutas y verduras y menos del 5% recibiendo proteínas de fuentes como huevos, carne, aves y pescado.
A nivel de América Latina, la pobreza alimentaria grave afecta al 9% de los niños, con un 28% enfrentando niveles moderados de esta condición. Cuba, a pesar de sus desafíos, se mantiene dentro de estos rangos, destacando que hay países en la región con situaciones más críticas.
El gobierno cubano ha respondido a estos hallazgos asegurando que se están haciendo todos los esfuerzos posibles para que ningún niño quede desamparado, enfocándose en mejorar la nutrición y el cuidado infantil. Estas medidas son cruciales para enfrentar los entornos alimentarios precarios, las prácticas alimentarias inadecuadas y la pobreza de ingresos, factores que según el informe de UNICEF, han exacerbado las desigualdades.
Este informe de UNICEF no solo pone de manifiesto los retos significativos que aún existen en Cuba respecto a la protección y el desarrollo infantil, sino que también invita a reflexionar sobre los esfuerzos continuos del país por mejorar estas condiciones en comparación con otros contextos regionales.