El gobierno de Ucrania ha confirmado este jueves que la situación en la provincia rusa de Kursk «se ha estabilizado», luego de un reciente enfrentamiento con las Fuerzas Armadas de Rusia. Según reporta Europa Press, Andri Kovalenko, responsable del centro de lucha contra la desinformación del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, ha indicado que las tropas norcoreanas desplegadas en la región no participaron en el último ataque ruso, aunque permanecen en la zona en virtud de un acuerdo entre Moscú y Pyongyang.
Kovalenko destacó que, durante el asalto, el ejército ruso sufrió pérdidas significativas en equipos y personal, subrayando que «los rusos nos han puesto a prueba sin éxito». Este mensaje fue compartido en su cuenta de Telegram, donde también mencionó que, aunque la situación está bajo control, el ejército ruso podría intentar nuevos ataques.
En cuanto a la presencia norcoreana, las autoridades ucranianas han señalado que, aunque en esta última ofensiva no hubo participación directa de soldados de Corea del Norte, alrededor de 10.000 efectivos norcoreanos han sido enviados a territorio ruso como parte del acuerdo bilateral. En días recientes, Washington y Seúl han afirmado que estos soldados ya habrían estado involucrados en algunas operaciones junto a las fuerzas rusas.
Ucrania ha confirmado también que en la región de Kursk se registran enfrentamientos «a pequeña escala», lo cual ha levantado inquietud en el ámbito internacional ante la posibilidad de un mayor involucramiento norcoreano en el conflicto. La situación en Kursk sigue siendo vigilada de cerca tanto por Ucrania como por sus aliados, debido a las potenciales implicaciones de la cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte en el desarrollo de las hostilidades en la región.