El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama Melania Trump visitaron este jueves el estado de Texas para evaluar los daños provocados por las inundaciones históricas que han dejado un saldo trágico de más de 120 fallecidos y cerca de 160 personas desaparecidas. La pareja presidencial recorrió la localidad de Kerrville, una de las más afectadas por el desastre natural, y sostuvo encuentros con familiares de las víctimas, socorristas y autoridades locales.
Durante una mesa redonda con funcionarios estatales y federales, Trump expresó su solidaridad con las comunidades golpeadas por las lluvias extremas, calificando la situación como una “tragedia impensable”. Hizo especial mención al Campamento Mystic, donde más de 25 niñas perdieron la vida al ser arrastradas por las aguas del río Guadalupe, que desbordó de manera súbita y violenta.
“Mientras lamentamos esta tragedia, nos consuela saber que Dios ha recibido a esas pequeñas y hermosas niñas en sus brazos en el cielo”, dijo el mandatario visiblemente conmovido.
Melania Trump, por su parte, transmitió un mensaje de condolencia y cercanía: “Nuestra nación está de luto con ustedes”, afirmó, al tiempo que anunció su intención de regresar a Kerrville próximamente para acompañar de nuevo a las familias afectadas.
El presidente también aprovechó la ocasión para defender la respuesta de las autoridades ante las críticas surgidas por la falta de alertas tempranas y la supuesta lentitud en el despliegue de medios de rescate. Trump elogió el desempeño de los cuerpos de emergencia y de las autoridades locales: “El trabajo que han hecho ha sido increíble. Los considero héroes y heroínas”, afirmó.
Cuando fue consultado por un periodista sobre las críticas a la gestión de la emergencia, Trump reaccionó con dureza: “No sé quién es usted, pero solo una persona muy malvada haría una pregunta así”. Posteriormente, arremetió contra miembros del Partido Demócrata que cuestionaron la coordinación federal, asegurando que “solo buscan aprovechar políticamente una tragedia humana”.
La visita de la Casa Blanca a Texas se produce en un momento de máxima tensión y dolor para las comunidades del centro del estado, donde miles de personas han perdido sus hogares, y las operaciones de rescate continúan en condiciones complejas debido a la persistencia de lluvias y la inestabilidad del terreno.
Mientras tanto, los esfuerzos de búsqueda y recuperación prosiguen con la participación de efectivos de la Guardia Nacional, voluntarios y unidades especializadas de rescate. Las autoridades locales han pedido paciencia a las familias de los desaparecidos, mientras se siguen evaluando los daños y se intenta identificar a las víctimas.
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