Desde la Casa Blanca, el presidente Donald J. Trump volvió a trazar una narrativa contundente sobre el estado de la nación, destacando acuerdos estratégicos, la recuperación económica bajo su liderazgo y una crítica directa al legado de su predecesor, Joe Biden. En una declaración reciente, abordó temas clave como la guerra en Ucrania, la inversión extranjera, la situación fiscal del país y el estado de las fuerzas armadas, con un tono resuelto que refuerza su enfoque de gobierno.
Entre los anuncios más relevantes, Trump confirmó la vigencia de un acuerdo bilateral con Ucrania centrado en la explotación de minerales estratégicos. “Tenemos presencia estadounidense en el sitio”, dijo, subrayando que esto contribuye a mantener bajo control la influencia de actores externos con intereses contrarios a los de Occidente. Aunque aún no se han publicado los resultados completos de este convenio, el mandatario manifestó su confianza en que los beneficios del acuerdo se harán visibles a corto plazo.
Respecto a la ayuda financiera destinada a Ucrania, Trump fue enfático al criticar los desembolsos anteriores, asegurando que Estados Unidos ha entregado aproximadamente 350.000 millones de dólares sin garantías, mientras que la Unión Europea, según sus palabras, ha aportado una cantidad menor y más protegida. En este contexto, afirmó que la actual intervención estadounidense en el conflicto ucraniano no fue originada bajo su administración: “Esta es la guerra de Biden, no la mía. Yo estoy intentando sacarnos de ella”.
En el plano económico, el presidente destacó que durante su anterior mandato la bolsa de valores experimentó un crecimiento del 88%, aunque aclaró que ese indicador no era su objetivo principal. A su juicio, lo relevante es que dicho crecimiento evidenció el deterioro previo y cómo su gobierno logró revertir la situación. “Estamos reestructurando el panorama para la grandeza”, aseguró.
Trump también vinculó los avances industriales con su política arancelaria, señalando que grandes empresas, como Samsung, han decidido construir nuevas fábricas en territorio estadounidense. Según sus cifras, se está produciendo la mayor inversión de capital en la historia del país, estimada en unos 8 billones de dólares. “No estoy seguro de que Biden haya logrado siquiera un billón en cuatro años”, añadió con sarcasmo.
El fortalecimiento de las fuerzas del orden y del ejército fue otro de los puntos destacados. Con el respaldo del comentarista conservador Pete Hegseth, se afirmó que ha habido un notable repunte en los niveles de reclutamiento en las distintas ramas del ejército, así como en la policía y los bomberos. Hegseth atribuyó este cambio a la restauración del liderazgo y la moral institucional bajo la gestión de Trump, afirmando que incluso existen listas de espera para ingresar en dichos cuerpos.
En el ámbito legislativo, el presidente celebró el avance en el Senado del proyecto de ley conocido como One Big Beautiful, diseñado para reducir impuestos y fortalecer la defensa nacional. Alertó que, si los demócratas obstaculizan su aprobación, el país podría enfrentar un aumento fiscal de hasta el 58%. El objetivo del Ejecutivo, recalcó, es alcanzar “el mayor recorte de impuestos en la historia de Estados Unidos”.
Trump también reveló detalles de una conversación con el nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, quien, según dijo, ha mostrado disposición a establecer acuerdos bilaterales sólidos. Aunque lo describió como un líder “bastante liberal”, contrastó su actitud abierta con la de su predecesor, a quien acusó de una postura hostil. Carney visitará la Casa Blanca en los próximos días, en lo que se anticipa como una reunión clave para las relaciones entre ambos países.
La comparecencia del presidente Trump deja ver una estrategia clara: proyectar liderazgo firme en materia internacional, dinamismo económico y una reorientación fiscal favorable a los contribuyentes, mientras continúa desmarcándose de las políticas heredadas del gobierno anterior. En medio de un clima político polarizado, sus palabras reafirman el tono combativo con el que busca consolidar su segundo mandato.