El campus de la Universidad Estatal de Florida (FSU), ubicado en Tallahassee, fue escenario de un tiroteo este jueves 17 de abril de 2025 que dejó un saldo de dos personas fallecidas y al menos seis heridas. El hecho tuvo lugar alrededor del mediodía, en las inmediaciones del edificio del Student Union, generando la inmediata intervención de las fuerzas de seguridad y la activación de los protocolos de emergencia en una institución que acoge a más de 40,000 estudiantes.
El presunto responsable, identificado como Phoenix Ikner, un joven de 20 años que estudiaba en la universidad y era hijo de una oficial del alguacil del condado de Leon, fue arrestado tras resultar herido durante el operativo policial. Según informes preliminares, Ikner portaba una pistola, que se sospecha pertenecía a su madre, así como una escopeta. Sin embargo, aún no se ha determinado si ambos armamentos fueron utilizados en el ataque. De acuerdo con fuentes médicas del hospital Tallahassee Memorial HealthCare, entre los heridos se encuentra una persona en estado crítico, mientras que cinco más presentan lesiones de gravedad. Cabe destacar que las víctimas mortales no formaban parte de la comunidad estudiantil de la universidad.
Testigos del incidente relataron momentos de gran angustia, donde estudiantes y trabajadores buscaron resguardo en aulas, baños y otros espacios seguros dentro del recinto universitario. A través de redes sociales, se difundieron imágenes y testimonios que reflejan la magnitud del caos vivido durante esos minutos de incertidumbre.
Las investigaciones continúan bajo la dirección del FBI y del Departamento de Policía de Tallahassee, que analizan los motivos que pudieron desencadenar este acto violento. Tanto el gobernador de Florida, Ron DeSantis, como el expresidente Donald Trump, manifestaron públicamente su solidaridad con las víctimas y condenaron el ataque, calificándolo como una tragedia inaceptable.
A raíz de estos acontecimientos, la universidad decidió suspender todas las clases y actividades académicas hasta el viernes 18 de abril. Asimismo, instó a la comunidad universitaria a permanecer en lugares seguros mientras persisten las labores de investigación. Varias áreas del campus continúan siendo consideradas escenas activas de crimen, bajo resguardo de las autoridades.
Este lamentable suceso reaviva el debate sobre la violencia armada en centros educativos y la necesidad urgente de implementar medidas más efectivas para salvaguardar la seguridad de estudiantes, profesores y personal administrativo.