Un movimiento telúrico de 4,8 grados en la escala de Richter ha sacudido recientemente las áreas de Nueva York y Nueva Jersey, generando preocupación y alerta entre los habitantes y las autoridades locales. El sismo, con epicentro ubicado cerca de Lebanon, Nueva Jersey, aproximadamente a 75 kilómetros al oeste de Nueva York, fue registrado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
El sismo tuvo una duración de varios segundos, siendo perceptible en vastas áreas de Nueva York, incluyendo barrios tan distantes como Brooklyn, el Bronx y Manhattan. La magnitud preliminar informada por el USGS destaca la rareza de este fenómeno en una región no habitualmente asociada con la actividad sísmica intensa.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, a través de la red social X, comunicó que el sismo se sintió principalmente en el oeste de Manhattan, extendiéndose por toda la región. «Estamos en proceso de evaluar los impactos y posibles daños causados por el terremoto», aseguró Hochul, prometiendo actualizaciones continuas a la población.
El Departamento de Bomberos de Nueva York informó a la agencia EFE que, hasta el momento, no se han reportado incidentes de gravedad. Las autoridades continúan monitoreando la situación, atentas a cualquier desarrollo adicional.
Por su parte, el equipo de la Alcaldía de Nueva York no ha reportado aún daños o impactos significativos, pero mantiene una vigilancia constante sobre la situación. En declaraciones a X, el vicealcalde de comunicaciones, Fabien Levy, ofreció recomendaciones de seguridad para posibles réplicas, enfatizando la importancia de buscar refugio y protegerse adecuadamente.
Además, un incidente curioso se registró durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a Oriente Medio. El temblor interrumpió la intervención de Janti Soeripto, presidenta de Save The Children, sobre la situación en Gaza. Este momento fue marcado por un comentario jocoso del enviado palestino ante la ONU, Riyad Mansour, quien destacó el inesperado impacto del sismo en el debate.
Este terremoto se produce en un contexto de creciente atención sobre la estabilidad estructural de la ciudad de Nueva York, especialmente en lo que respecta al peso y la seguridad de sus icónicos rascacielos. Este evento subraya la necesidad de preparación y precaución frente a fenómenos naturales impredecibles, incluso en áreas no tradicionalmente consideradas como de alto riesgo sísmico.