En un nuevo capítulo de la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Rusia, el gobierno estadounidense ha acusado formalmente a Moscú de lanzar una «arma espacial» que podría amenazar la seguridad de los satélites operativos en órbita baja terrestre. Según reporta Europa Press, este dispositivo ha sido colocado en la misma trayectoria orbital que un satélite gubernamental de Estados Unidos, intensificando las preocupaciones sobre posibles enfrentamientos en el espacio.
El portavoz del Pentágono, Patrick Ryder, declaró que el artefacto lanzado por Rusia el pasado 16 de mayo es percibido como una amenaza directa. «Las evaluaciones indican características similares a cargas contraespaciales desplegadas en años anteriores, en 2019 y 2022», explicó Ryder. Además, enfatizó en la responsabilidad de Estados Unidos de defender su infraestructura espacial y garantizar un soporte continuo a sus operaciones militares y civiles en el espacio.
Desde Rusia, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, defendió las acciones de su país argumentando que se ajustan a las leyes internacionales y recordó que no existe un acuerdo global en la ONU que regule estas actividades. Peskov citó el fracaso reciente del Consejo de Seguridad de la ONU para aprobar una propuesta rusa que buscaba prohibir el despliegue de armas nucleares y convencionales en el espacio, propuesta que fue rechazada con votos en contra de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, entre otros.
El debate sobre la militarización del espacio se encuentra en un punto crítico. El rechazo a la resolución rusa y la ausencia de un marco legal claro continúan siendo obstáculos significativos para el establecimiento de un ambiente espacial seguro y estable. Mientras tanto, las potencias globales siguen vigilando de cerca las actividades de cada uno en la vastedad del espacio, lo que podría llevar a una carrera armamentista fuera de la Tierra.