El Senado de Estados Unidos rechazó este viernes dos proyectos de ley —uno republicano y otro demócrata— diseñados para mantener la financiación federal a corto plazo, aumentando el riesgo de que el gobierno se vea obligado a cerrar parcialmente a partir del 1 de octubre.
La iniciativa del Partido Republicano, previamente aprobada en la Cámara de Representantes por un estrecho margen, no logró superar el umbral de 60 votos necesario en el Senado. El resultado fue de 44 a favor y 48 en contra, con divisiones dentro de ambas bancadas: el demócrata John Fetterman se alineó con los republicanos, mientras que los senadores Rand Paul y Lisa Murkowski votaron en contra de la propuesta de su propio partido.
El plan alternativo de los demócratas tampoco consiguió avanzar, al quedarse con 47 votos a favor y 45 en contra, en una votación definida casi en líneas partidistas, aunque con varias ausencias republicanas. La propuesta demócrata incluía una prórroga hasta finales de octubre y contemplaba revertir recortes presupuestarios impulsados por la administración Trump, además de extender subsidios vinculados al sistema de salud.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, responsabilizó al expresidente Donald Trump de presionar a los líderes republicanos para que no negocien un acuerdo bipartidista. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, defendió la propuesta republicana como una “resolución limpia” y acusó a los demócratas de utilizar la negociación con fines partidistas.
Si el Congreso no logra aprobar un plan común en los próximos días, el gobierno federal cerrará a la medianoche del 1 de octubre, inicio del nuevo año fiscal. En ese escenario, los servicios esenciales como la Seguridad Social, el Servicio Postal y la Patrulla Fronteriza seguirían operando, pero cientos de miles de empleados federales, incluidos los militares, quedarían sin salario hasta que se restablezca la financiación.
El riesgo de cierre coincide con las celebraciones de Rosh Hashaná, por lo que se prevé que ambas cámaras reduzcan su calendario de sesiones la próxima semana, lo que limita aún más el margen de maniobra para alcanzar un acuerdo.
La disputa refleja una creciente polarización política en Washington, donde cada partido acusa al otro de conducir deliberadamente al país hacia un cierre con consecuencias económicas y sociales significativas.
#EEUU #Congreso #CierreDeGobierno #CubaHerald