El Ministerio de Exteriores de Rusia ha emitido una protesta formal ante la embajadora de Estados Unidos en Moscú, Lynn Trace, este lunes, tras un ataque con misiles en el puerto de Sebastopol en Crimea, que resultó en la muerte de cuatro civiles y más de 150 heridos. Según el gobierno ruso, este ataque fue llevado a cabo con misiles ATACMS que contienen bombas de racimo, suministrados por Estados Unidos al Ejército ucraniano.
En el comunicado, las autoridades rusas acusaron a Estados Unidos de participar en una «guerra híbrida» contra Rusia y de integrarse directamente en el conflicto, apoyando militarmente a Ucrania. «Estados Unidos carga con la misma responsabilidad que el régimen de Kiev por este malvado acto», señaló el Ministerio de Exteriores ruso.
Rusia afirmó que la planificación y ejecución del ataque fueron realizadas por «especialistas militares estadounidenses», y advirtió que tales acciones, que permiten ataques en territorio ruso, «no quedarán impunes». «Responderemos sin falta», añadió la diplomacia rusa en su advertencia.
El incidente tuvo lugar el domingo, cuando cinco misiles ATACMS fueron lanzados hacia Sebastopol, una base clave de la Flota rusa del Mar Negro. Aunque las defensas antiaéreas rusas lograron interceptar cuatro de estos misiles, el quinto se desvió de su trayectoria original y explotó en una playa local, causando víctimas entre civiles que disfrutaban de un día de descanso.
La administración del presidente estadounidense Joe Biden había autorizado previamente a Ucrania a utilizar armamento estadounidense para atacar objetivos en Rusia, específicamente en zonas militares cercanas a la frontera, aunque la autorización no incluía el uso de misiles de largo alcance como los ATACMS involucrados en el incidente de Sebastopol.
