El Instituto Nacional de Estadística (INE) de España ha publicado recientemente sus proyecciones demográficas para los próximos 50 años, revelando importantes cambios en la estructura poblacional y residencial del país. Según los datos, se espera que la población de España aumente significativamente, alcanzando un crecimiento de cinco millones de personas en los próximos 15 años y de seis millones hacia el año 2074.
Uno de los cambios más notables será la composición de los hogares. Los hogares unipersonales experimentarán un crecimiento considerable, proyectándose que representen el 33,5% del total de hogares para 2039, lo que supone un aumento del 41,9% respecto a 2024. Este incremento en hogares donde solo reside una persona contrasta con una disminución general en el tamaño promedio de los hogares españoles, que pasará de 2,50 personas en 2024 a 2,32 en 2039.
El número de hogares formados por dos personas también aumentará, llegando a 7,2 millones para 2039, aunque la proporción de hogares con tres o más personas verá una reducción. En particular, los hogares de cuatro o más miembros disminuirán un 6,2%, pasando de 4,5 millones en 2024 a 4,2 millones en 2039.
Este cambio demográfico está acompañado por un envejecimiento significativo de la población. El porcentaje de residentes mayores de 65 años se incrementará de un 20,4% actual a un 30,5% hacia 2055. Además, la población centenaria verá un aumento espectacular, multiplicándose por 12 desde 2024 hasta 2072, reflejando mejoras en la esperanza de vida y en las condiciones de salud.
A nivel regional, todas las comunidades autónomas experimentarán un aumento en el número de hogares, siendo Murcia, Valencia y Cataluña las que verán los mayores crecimientos relativos. Por otro lado, la distribución de hogares unipersonales variará considerablemente entre regiones, con Castilla y León, Asturias y Extremadura liderando en proporción de estos hogares.
La proyección también destaca un cambio gradual en la composición de la población por lugar de nacimiento. La proporción de la población nacida en España disminuirá del 81,9% al 61,0% en el transcurso de 50 años, indicando un rol creciente de la migración internacional en el crecimiento poblacional del país.
Finalmente, aunque la natalidad en España mostrará un ligero aumento hasta 2042, el saldo vegetativo seguirá siendo negativo a lo largo del periodo proyectado debido al aumento continuo de las defunciones, una tendencia que solo se verá compensada parcialmente por el saldo migratorio positivo. Estos cambios subrayan la necesidad de adaptar políticas sociales y económicas para responder a una sociedad que está envejeciendo rápidamente y cuya estructura familiar está evolucionando.