El presidente Joe Biden, en su más reciente propuesta presupuestaria, ha reafirmado su compromiso de no aumentar los impuestos a los hogares que ganen menos de 400,000 dólares al año, al tiempo que busca que los multimillonarios y las grandes corporaciones contribuyan de manera más significativa al fisco. La iniciativa pretende implementar un sistema tributario más equitativo y eficiente, con el objetivo explícito de aliviar la carga sobre la clase trabajadora y aumentar la responsabilidad fiscal de los más ricos.
Según la Casa Blanca, el plan de Biden no solo mantendrá su promesa de no aumentar los impuestos a las familias de ingresos medios y bajos, sino que también incluirá cortes tributarios específicos para estos grupos. Entre las medidas propuestas se encuentra la eliminación de subsidios fiscales para las transacciones de criptomonedas y el cierre de brechas que actualmente permiten a algunos inversores pagar tasas impositivas significativamente más bajas que el promedio.
El plan también incluye aumentos en los tipos impositivos para los estadounidenses más ricos, elevando la tasa marginal máxima al 39.6% para aquellos con ingresos superiores a 400,000 dólares, junto con una imposición más estricta sobre las ganancias de capital y dividendos para quienes ingresen más de un millón de dólares al año . Además, se propone una tasa impositiva mínima del 25% para los multimillonarios, asegurando que estos no paguen porcentajes inferiores a los de trabajadores con ingresos mucho menores.
Por otro lado, se plantea expandir y hacer permanentes créditos fiscales que benefician directamente a las familias trabajadoras, como el Crédito Tributario por Hijos y el Crédito por Ingreso del Trabajo, ampliando su alcance y accesibilidad.
En un esfuerzo por financiar estos cambios sin imponer una carga adicional a la clase media, Biden ha propuesto que el aumento de los ingresos provenga de las reformas a las tasas corporativas y a las inversiones en el extranjero, junto con un esfuerzo más riguroso por parte del Servicio de Impuestos Internos (IRS) para combatir la evasión fiscal en los escalones más altos.
Esta propuesta forma parte de una visión más amplia de la administración Biden para fortalecer la economía a través de una estructura fiscal que promueva la equidad y la justicia social, al tiempo que se asegura de que todos los estadounidenses contribuyan su parte justa para el bienestar común del país.