La escalada en el precio del aceite de oliva continúa afectando el presupuesto de numerosas familias españolas, convirtiéndose en un dilema para acceder a este esencial ingrediente de la dieta mediterránea. Un reciente estudio elaborado por FITstore.es, una reconocida firma de ecommerce especializada en alimentos saludables, ha puesto de manifiesto una preocupante práctica entre ocho destacadas cadenas de supermercados, las cuales han establecido un acuerdo de precios para el aceite de oliva de marca blanca, situándolo en un uniforme 9,90 euros por litro.
Este fenómeno se produce en un contexto donde el precio del aceite de oliva ha experimentado un incremento del 177,8% en los últimos dos años, exacerbado por la inflación y la menguante producción del denominado «oro líquido». A pesar de la subida de costos en origen, se acusa a las grandes cadenas de distribución de aprovecharse de la situación para incrementar sus márgenes de beneficio, a costa del consumidor. Según el estudio, Alcampo, Aldi, Carrefour, Dia, Eroski, Hipercor, Lidl y Mercadona ofrecen el litro de aceite de oliva a un precio idéntico, evidenciando un posible acuerdo entre ellos.
Este comportamiento no solo suscita preocupación por las implicaciones éticas y legales sino que también pone en jaque la accesibilidad a un producto básico en la cesta de la compra. La Ley de Defensa de la Competencia y el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea prohíben expresamente este tipo de acuerdos por considerarlos restrictivos de la competencia y perjudiciales para los consumidores.
Mientras tanto, el precio de las primeras marcas de aceite de oliva virgen extra presenta una variabilidad significativa, con diferencias de hasta un 47% entre diferentes firmas, lo cual contrasta con la uniformidad de precios en las marcas blancas de los supermercados.
La situación es aún más paradójica al constatar que el aceite de oliva resulta ser más costoso en España, país productor, en comparación con los precios en naciones importadoras, como Portugal. Esta circunstancia ha llevado a muchos españoles a cruzar la frontera en busca de precios más asequibles, subrayando la gravedad de la especulación en el mercado nacional.
La crisis del precio del aceite de oliva es un reflejo de las complejas dinámicas que afectan al sector alimentario, involucrando factores como la sequía, la inflación post-crisis energética y las tensiones geopolíticas. Sin embargo, el estudio de FITstore.es llama la atención sobre la necesidad de adoptar medidas más efectivas para proteger al consumidor y asegurar el acceso a alimentos básicos a precios justos, frente a prácticas de mercado que distorsionan la competencia y perjudican el bienestar económico de las familias.
