El caso del menor cubano Damir Ortiz ha generado debate en el ámbito médico tras recibir un nuevo diagnóstico en Estados Unidos, contradiciendo el resultado previo emitido en Cuba. Según el Dr. Miguel Ángel Ruano, especialista en hematología, los estudios realizados en el Nicklaus Children’s Hospital de Miami confirmaron que el niño no padece Linfoma de Burkitt, enfermedad que le había sido diagnosticada en la Isla.
De acuerdo con las declaraciones del Dr. Ruano, los exámenes en Cuba no incluyeron los marcadores inmunohistoquímicos esenciales para confirmar la presencia de esta enfermedad, tales como CD19, CD20, CD22, BSAP/PAX5 y CD79a. «Nunca se le realizaron estos análisis en la Isla, ya que no se dispone de los recursos para llevarlos a cabo. Emitir un diagnóstico sin esta confirmación es un acto de gran irresponsabilidad», afirmó el especialista.
El caso ha despertado inquietud en la opinión pública y en la comunidad médica sobre los procedimientos de diagnóstico en el país y los retos que enfrenta el sector sanitario. La madre del menor, Eliannis Ramírez, expresó su consternación tras conocer los resultados obtenidos en Estados Unidos y manifestó su preocupación por la exactitud de los diagnósticos emitidos en Cuba.
Este episodio pone de relieve la importancia de contar con los medios adecuados para la verificación de patologías complejas y la necesidad de fortalecer los protocolos de confirmación en el diagnóstico de enfermedades graves. Mientras tanto, Damir Ortiz continúa recibiendo atención médica en Miami, donde su condición sigue en evaluación.