Un accidente automovilístico ocurrido en la madrugada de este martes en una carretera del estado de Amapá, al norte de Brasil, provocó la muerte de cinco personas, entre ellas un bebé cubano de apenas cuatro meses y dos mujeres también originarias de Cuba. Los padres del infante, que sobrevivieron con lesiones, continúan hospitalizados. El hecho ha generado una profunda consternación entre comunidades migrantes en la región.
El siniestro tuvo lugar alrededor de la 1:50 a.m. en el kilómetro 93 de la carretera federal BR-210, cerca del municipio de Porto Grande. De acuerdo con la Policía Federal de Carreteras (PRF), dos vehículos —un Volkswagen Up rojo y un Nissan Versa gris— colisionaron frontalmente cuando uno de ellos habría invadido el carril contrario en un tramo recto de la vía.
En el Nissan viajaban seis personas. Cuatro de ellas murieron en el lugar del impacto: el bebé Aldo Milán Aldana Rodríguez; su madre, Yohany Rico Menéndez; su abuela, Hilda Menéndez Valdés, de 62 años; y el conductor del automóvil, identificado como Messias Ramos Teixeira. Los padres del niño, Vladimir Aldana Rodríguez y Suzana de la Caridad Scull Marcel, ambos de 31 años, resultaron heridos y fueron trasladados al Hospital Regional de Porto Grande, donde permanecen bajo observación médica.
El segundo vehículo involucrado, el Volkswagen, transportaba a una pareja brasileña y a su hijo de seis años, quien también falleció en el lugar. Ambos adultos, identificados como Raylane de Assunção Caetano y Luiz Fernando de Oliveira de Lima, sufrieron heridas de gravedad. Él fue remitido al Hospital de Emergencias de Macapá, donde será intervenido quirúrgicamente por una fractura de fémur y traumatismo torácico.
Según las autoridades, el choque ocurrió en un área donde la carretera discurre en línea recta, lo que refuerza la hipótesis de una maniobra imprudente o una posible pérdida de control por parte del conductor del Volkswagen, que pudo haberse quedado dormido o intentado adelantar en condiciones inseguras.
El accidente ha tenido especial resonancia por el fallecimiento de varias personas de origen cubano, incluida una madre y su hijo pequeño, lo que añade un componente de drama humano a la tragedia vial. La comunidad cubana en Brasil, integrada en gran parte por familias migrantes que se han asentado en distintas regiones del país, ha reaccionado con dolor ante la pérdida de sus compatriotas.
Las autoridades brasileñas han abierto una investigación para determinar con precisión las causas del accidente, mientras las familias de las víctimas enfrentan el duelo en un contexto de desarraigo, lejos de su país de origen. Este suceso vuelve a subrayar los riesgos de circulación en ciertas rutas federales de Brasil, donde la combinación de fatiga, condiciones precarias de señalización y maniobras peligrosas continúa cobrándose vidas.
