En un reciente desarrollo judicial en Júpiter, Florida, una madre adoptiva enfrentó la justicia y se declaró culpable de varios delitos relacionados con el trato que le dio a su hijo adolescente. Tracy Ferriter, de 48 años, aceptó su responsabilidad por abuso infantil agravado, encarcelamiento falso y negligencia infantil. Como resultado, se le sentenció a 10 años de libertad condicional y un año de arresto domiciliario.
Según reporta Europa Press, la madre afirmó durante el proceso que su hijo padece un trastorno de apego reactivo (RAD), que se caracteriza por estallidos violentos. A través de lágrimas, Tracy Ferriter declaró que la realidad de su vida familiar era diferente a la percepción pública. “Amo a mis hijos y siempre intentamos hacer lo mejor posible con lo que teníamos”, expresó.
Marc Shiner, el abogado defensor, mencionó que su cliente optó por declararse culpable para traer paz a su familia y aclarar malentendidos sobre el caso. Además, Shiner intentó cambiar la narrativa pública sobre su cliente, señalando que ella no es un «monstruo» y esperaba que su caso sirviera para aumentar la conciencia sobre el RAD.
En la audiencia, el juez Howard Coates del Tribunal de Circuito verificó con Ferriter que su declaración de culpabilidad fuera voluntaria, a lo que ella afirmó positivamente.
Tracy y su esposo, Tim Ferriter, fueron arrestados inicialmente en febrero de 2022 después de que su hijo lograra escapar de la vivienda. Los fiscales detallaron que el adolescente estuvo confinado en una pequeña habitación de 8×8 pies en el garaje, equipada solo con un colchón, un escritorio y un balde para necesidades sanitarias, siendo permitido salir únicamente para asistir a la escuela y ocasionalmente cenar con su familia.
Tim Ferriter fue sentenciado anteriormente en octubre, recibiendo cinco años de prisión por su participación en los hechos. Según el acuerdo de culpabilidad, Tracy Ferriter evitará la prisión pero deberá completar 300 horas de servicio comunitario, someterse a evaluación de salud mental, asistir a clases de manejo de la ira y de educación parental, y abstenerse de contactar a la víctima o a su esposo. Además, se le permitirá trasladar su libertad condicional a Chicago, donde planea mudarse.
