Un equipo multidisciplinario del Hospital Clínico Quirúrgico Docente Abel Santamaría Cuadrado, ubicado en Pinar del Río, ha logrado superar un desafío médico significativo al salvar la vida de Yarileidy Barrera García, una joven embarazada de 28 años. La paciente, que se encontraba en la semana 32,2 de gestación, enfrentó severas complicaciones renales y hepáticas que pusieron en riesgo su vida y la de su bebé.
La situación de Barrera García se complicó debido a la sospecha de sepsis ovular, indicada por síntomas como fiebre y condiciones anómalas relacionadas con el líquido amniótico y la placenta. «Existía la sospecha de asepsia ovular porque venía con fiebre y con algunas condiciones clínicas relativas al líquido amniótico y a la placenta que hacían sospechar de una sepsis ovular», explicó el doctor Ernesto Rodríguez Quiñones, jefe de Servicios de Cuidados Intensivos del hospital.
Ante la gravedad de su estado, se tomó la decisión de trasladar a Barrera García a la unidad de terapia intensiva, donde requirió atención especializada por insuficiencia hepática severa, insuficiencia renal, presión arterial baja, entre otros parámetros críticos que demandaron seguimiento y observación permanente.
Aunque no se especificaron detalles sobre la duración de la hospitalización de la joven ni sobre si el parto se realizó de manera natural o por cesárea, se informó que tanto la madre como el bebé están evolucionando de manera satisfactoria. La joven expresó su gratitud hacia el personal médico: «Muy feliz por volver a la vida, porque estaba muerta y estoy muy contenta porque los médicos me ayudaron mucho y me salvaron la vida».