El mercado de valores de Estados Unidos sufrió este lunes una caída abrupta, con el índice S&P 500 perdiendo un 9% en menos de un mes, en medio de crecientes temores sobre una posible recesión y la incertidumbre generada por la política económica del presidente Donald Trump. Su negativa a descartar una contracción económica y la implementación de nuevas tarifas comerciales han avivado la volatilidad en Wall Street, afectando la confianza de los inversores y de los consumidores.
Las preocupaciones en torno a la economía han sido exacerbadas por las declaraciones de Trump en una entrevista con Fox News, en la que evitó comprometerse con una previsión clara sobre el rumbo económico del país. «Odio predecir cosas así», afirmó, mientras que más tarde, a bordo del Air Force One, respondió con un escueto «¿Quién sabe?» cuando se le preguntó sobre la posibilidad de una recesión.
Las declaraciones del mandatario se producen en un contexto de tensión comercial. La Casa Blanca anunció recientemente aranceles del 25% sobre productos provenientes de Canadá y México, aunque Trump decidió congelar la medida temporalmente tras una fuerte reacción negativa en los mercados y entre legisladores republicanos. Sin embargo, persisten las dudas sobre la estabilidad de la estrategia económica de su administración.
Impacto en la economía y reacción de los mercados
Desde el inicio del segundo mandato de Trump, la Casa Blanca ha promovido una serie de cambios radicales en la política comercial y fiscal del país, desafiando acuerdos tradicionales y priorizando medidas proteccionistas. A esto se suma la reducción de impuestos como un incentivo para la inversión y el crecimiento, aunque algunos economistas advierten que los efectos de estas reformas podrían no verse en el corto plazo.
El exsecretario del Tesoro, Larry Summers, quien previamente anticipó el repunte inflacionario que afectó a la administración de Joe Biden, expresó su preocupación sobre el futuro de la economía. En una entrevista con CNN, concluyó con una advertencia que resonó en los círculos financieros: «Buena suerte a usted y a sus espectadores en estos tiempos difíciles».
A pesar de la caída del mercado, altos funcionarios de la administración Trump han minimizado los riesgos, argumentando que la economía sigue siendo sólida y que cualquier desaceleración es producto de la herencia de la administración anterior. El director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Kevin Hassett, afirmó en CNBC que «el primer trimestre será positivo y el segundo trimestre despegará cuando los recortes fiscales comiencen a reflejarse en la economía».
Sin embargo, la estrategia de la Casa Blanca enfrenta un escepticismo creciente. Algunos economistas advierten que la volatilidad del mercado podría convertirse en una profecía autocumplida, generando un enfriamiento en la inversión y el empleo. Julia Coronado, presidenta de MacroPolicy Perspectives LLC, señaló en una entrevista con CNN que «el problema no es la visión de reducir déficits comerciales, sino la falta de una estrategia clara sobre cómo lograrlo sin afectar a los aliados estratégicos de Estados Unidos».
El desafío político de Trump
El impacto económico de las decisiones de Trump podría tener repercusiones políticas significativas de cara a las elecciones de medio término en 2026. Aunque el presidente aún cuenta con un apoyo sólido entre su base electoral, el descontento en los mercados y la presión de los legisladores republicanos podrían generar obstáculos para la implementación de su agenda económica.
A medida que avanza su mandato, una pregunta clave sigue sin respuesta: ¿Trump moderará su enfoque para evitar una recesión, o seguirá apostando por la disrupción como estrategia política y económica? Su historial sugiere que la incertidumbre continuará marcando el panorama financiero en los próximos meses.