El juicio penal contra Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se acerca a su fase final. Los abogados defensores han estado cuestionando la solidez del caso presentado por la fiscalía, basándose en el consumo previo de drogas de Hunter Biden, documentado ampliamente en su autobiografía y otros medios. La corte en Delaware, donde se lleva a cabo el proceso, podría ver al menos un testigo más antes de pasar a los argumentos finales y la deliberación del jurado.
Hunter Biden enfrenta tres cargos graves relacionados con su declaración en un formulario federal de compra de armas en octubre de 2018, donde afirmó no consumir drogas ilegales ni ser adicto. Se ha declarado inocente, atribuyendo la presión política detrás de las acusaciones a la influencia del expresidente Donald Trump y sus partidarios.
Este proceso judicial se presenta en un momento complicado, en medio de la campaña de reelección de su padre. Hunter ha sido transparente sobre sus luchas contra la adicción al crack, especialmente tras la muerte de su hermano Beau en 2015, subrayando su sobriedad desde 2019. Sin embargo, la defensa insiste en que no había pruebas de que consumiera drogas durante los días que poseyó el arma, después de haber completado un programa de rehabilitación.
El juicio ha sido testigo de momentos intensos, incluyendo testimonios de ex parejas de Hunter y la presentación de mensajes y fotos comprometedoras. A pesar de estas pruebas, los abogados defensores sostienen que no existen evidencias concretas que conecten el uso de drogas con la posesión del arma durante ese período específico.
Los próximos días serán cruciales para el desarrollo del caso, mientras los fiscales consideran si presentarán testigos adicionales para refutar los argumentos de la defensa. Mientras tanto, la familia Biden muestra su apoyo, con la Primera Dama Jill Biden presente en la corte, y el Presidente Biden manteniendo una agenda internacional ocupada.
Este juicio es solo uno de los desafíos legales que enfrenta Hunter Biden, con otro juicio programado para septiembre sobre acusaciones relacionadas con evasión fiscal. Si es encontrado culpable en el caso actual, podría enfrentar una pena significativa, aunque es poco probable que se aplique la máxima prevista debido a su condición de primer infractor.