Un juez federal de Estados Unidos ha bloqueado la orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que suspendía el Programa de Admisión de Refugiados del país. La decisión se produjo tras una demanda presentada por destacados grupos de ayuda humanitaria, quienes argumentaron que la medida violaba el sistema establecido por el Congreso para el traslado de refugiados a territorio estadounidense.
El juez Jamal Whitehead, encargado del caso, señaló que aunque el presidente posee una considerable discreción para suspender la admisión de refugiados, esta autoridad no es ilimitada. «No puede ignorar el marco detallado del Congreso para las admisiones de refugiados y los límites que impone a la capacidad del presidente para suspenderlas», afirmó Whitehead al dar a conocer su decisión.
Los demandantes incluyen al Proyecto Internacional de Asistencia a Refugiados, la agencia judía de reasentamiento HIAS, Lutheran Community Services Northwest, Church World Service y varios refugiados individuales junto a sus familias. Según la demanda, la orden ejecutiva afectó de manera grave la capacidad de estas organizaciones para brindar servicios esenciales a los refugiados, incluyendo a aquellos que ya se encontraban en Estados Unidos.
Algunos refugiados que tenían autorizada su entrada al país vieron sus viajes cancelados sin previo aviso, lo que ha provocado la separación prolongada de familias que llevaban años esperando reunirse.
Por su parte, los abogados del gobierno defendieron que la orden estaba dentro de las facultades del entonces presidente para negar la entrada a extranjeros cuya admisión consideraba «perjudicial para los intereses de Estados Unidos». August Flentje, abogado del Departamento de Justicia, indicó que el gobierno evaluará la posibilidad de presentar una apelación de emergencia.
La orden ejecutiva firmada por Trump argumentaba que el país no contaba con la capacidad suficiente para integrar a un gran número de refugiados sin comprometer los recursos destinados a los ciudadanos estadounidenses. Asimismo, la medida ordenaba al Secretario de Seguridad Nacional la suspensión de decisiones sobre solicitudes de asilo.
El Programa de Admisión de Refugiados ha estado vigente durante décadas, brindando apoyo a personas que huyen de guerras, persecuciones y desastres naturales. Aunque históricamente ha contado con respaldo bipartidista, en los últimos años se ha convertido en un tema de debate político.
Durante su mandato, Trump ya había suspendido temporalmente el programa y redujo de forma significativa el número de refugiados que podían ingresar anualmente a Estados Unidos. La semana pasada, un juez federal en Washington D.C. se negó a bloquear de inmediato acciones similares de la administración Trump en una demanda presentada por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, cuyo caso tendrá una nueva audiencia el viernes.