La secretaria general del Partido Popular (PP), Cuca Gamarra, criticó duramente lo que denominó «feminismo de pacotilla» de la izquierda, al referirse a los casos que involucran a José Luis Ábalos, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero. Durante una rueda de prensa en Bilbao, Gamarra señaló la supuesta incongruencia de la izquierda al abordar temas relacionados con el feminismo y el respeto hacia las mujeres.
En su intervención, Gamarra mencionó al exministro José Luis Ábalos, a quien se le acusa presuntamente de contratar prostitutas, así como a los cofundadores de Podemos, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero, quienes enfrentan investigaciones por supuestos delitos de agresión y acoso sexual, respectivamente.
También se refirió al reciente fallo judicial sobre el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, quien fue condenado a pagar una multa de 10.800 euros por agresión sexual contra la futbolista Jenni Hermoso, a la que deberá indemnizar con 3.000 euros. Rubiales fue absuelto del delito de coacciones, al considerar el juez que no existieron violencia ni intimidación. Gamarra cuestionó esta interpretación judicial al afirmar: «Las coacciones llevan violencia e intimidación, y por eso son coacciones».
La dirigente del PP insistió en que su partido es «absolutamente respetuoso» con las decisiones judiciales y recordó que el proceso se desarrolló con todas las garantías legales. «Si una sentencia, después de un juicio justo, determina que no lo ha habido, no se puede cuestionar», señaló.
Respecto al feminismo, Gamarra subrayó que la izquierda no está en condiciones de dar lecciones, especialmente tras las recientes investigaciones que afectan a figuras prominentes de sus filas. «Estamos viendo la hipocresía absoluta de un partido como Podemos, de Sumar o del propio PSOE, cuyos dirigentes o exdirigentes, mientras decían una cosa, practicaban absolutamente la contraria», afirmó.
Finalmente, Gamarra criticó la «Ley del sí es sí», impulsada durante el mandato de Pedro Sánchez, al considerar que esta normativa permitió la reducción de penas a agresores sexuales. Aseguró que, aunque el PP impulsó reformas para corregir los efectos negativos de esta ley, no se pudieron evitar todos los beneficios judiciales para los condenados.