Miami – La posible cancelación del contrato de arrendamiento de la sede de Radio y TV Martí en Miami ha generado preocupación y debate en la comunidad cubanoamericana. La propuesta forma parte de una serie de recortes presupuestarios impulsados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un equipo creado bajo la influencia de Elon Musk para reducir gastos en agencias federales. Sin embargo, la Agencia Estadounidense para los Medios Globales (USAGM), entidad que administra la Oficina de Transmisiones a Cuba, no ha confirmado aún si esta medida significaría el cierre de la emisora.
Según datos publicados en el sitio web del DOGE, rescindir el contrato del edificio Jorge Mas Canosa permitiría un ahorro de 5,32 millones de dólares. No obstante, la veracidad de estos reportes ha sido cuestionada por diversos sectores, ya que no existe aún una decisión oficial sobre el futuro de la estación.
Un recorte que genera preocupación
La posibilidad de que Radio y TV Martí se vea afectada ha despertado reacciones entre líderes políticos en Miami. El congresista republicano Carlos Giménez expresó su desacuerdo con la posible eliminación de la emisora, destacando su rol en la difusión de información hacia Cuba. «No tengo información concreta sobre esto, pero no apoyo su cierre. Creo en su modernización, no en su desaparición, ya que sigue siendo un medio importante», declaró en una entrevista con Telemundo 51.
El equipo de DOGE también ha propuesto la eliminación de otros contratos de arrendamiento en el sur de Florida, como oficinas del Departamento de Trabajo y del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, con el objetivo de reducir costos gubernamentales. Sin embargo, la inclusión de Radio y TV Martí en la lista ha generado un debate más amplio debido a su relevancia histórica en la política de Estados Unidos hacia Cuba.
Decisión aún en evaluación
Cuando NBC6 Investigates consultó a USAGM sobre la veracidad de la cancelación del contrato, la agencia respondió que la lista de recortes sigue en revisión y que aún no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre Radio y TV Martí.
A pesar de la incertidumbre, empleados de la emisora que prefirieron mantenerse en el anonimato señalaron que la reubicación del medio ya había sido considerada en administraciones anteriores. Según estas fuentes, existe un nuevo espacio destinado a albergar la estación, lo que podría indicar que la cancelación del contrato de arrendamiento no necesariamente significaría el fin de las transmisiones.
Reacciones en la comunidad cubanoamericana
La posible reestructuración de Radio y TV Martí ha generado inquietud en organizaciones del exilio cubano que defienden su permanencia como una fuente de información sobre Cuba. Orlando Gutiérrez Boronat, líder del Directorio Democrático Cubano, aseguró no tener detalles sobre la medida, pero insistió en la importancia del medio. «No tengo información clara sobre esto, pero cualquier espacio que brinde información libre y sin restricciones debe ser protegido», afirmó.
Por su parte, Carlos Giménez reconoció la importancia de optimizar el gasto federal, pero insistió en la necesidad de mantener la emisora. «Es fundamental garantizar la eficiencia en el uso de los recursos públicos, pero Radio y TV Martí debe seguir funcionando. Se puede modernizar, pero no eliminar», señaló.
Un futuro incierto
Mientras las autoridades continúan evaluando posibles recortes, el destino de Radio y TV Martí sigue sin definirse. En los últimos años, el medio ha sido objeto de debates sobre su impacto y eficiencia, pero continúa ocupando un lugar central en la política estadounidense sobre Cuba.
Con la comunidad exiliada atenta a cualquier resolución, la discusión sobre la viabilidad y el financiamiento del medio seguirá siendo un tema de interés en el sur de la Florida.