Hombre con pulgar arriba y mascarilla al aire libre.

Hallan sin vida al pescador desaparecido en Santiago de Cuba tras varios días de búsqueda en el litoral

El cuerpo sin vida de Juan Ramón Herrera Silva, un hombre de 45 años reportado como desaparecido desde el pasado fin de semana mientras practicaba pesca submarina en aguas del oriente cubano, fue encontrado este martes en una zona costera cercana a Playa Las Coloradas, entre Playa Larga y el Punto de Sigüa, en Santiago de Cuba. La confirmación fue realizada por el periodista Yosmany Mayeta Labrada, quien ha dado seguimiento al caso desde el primer día.

Herrera Silva, conocido por familiares y vecinos con el apodo de “Cachelo”, había salido a pescar acompañado de su suegro, una actividad que realizaba con frecuencia y para la cual era ampliamente reconocido en su comunidad por su destreza en el mar. Sin embargo, lo que parecía una jornada habitual de pesca terminó en tragedia, tras su desaparición en un área donde las condiciones del mar pueden volverse impredecibles.

El hallazgo del cadáver ocurrió tras varios días de búsqueda, en los que se involucraron pobladores locales y cuerpos de rescate. Según reportes testimoniales desde la zona, el estado de descomposición del cuerpo impidió su traslado inmediato a una morgue, por lo que se optó por llevarlo directamente al cementerio. Una vecina del lugar, que se mantuvo cerca de la familia durante la espera, indicó que el cadáver fue localizado en un punto de difícil acceso visual, lo que habría dificultado su pronta localización.

La noticia ha causado un fuerte impacto en el barrio costero donde residía Herrera Silva. Vecinos lo recuerdan como una persona alegre, solidaria y profundamente vinculada al entorno marino. Su fallecimiento ha sido particularmente conmovedor por las circunstancias, ya que muchos lo consideraban “parte del mar”, por su afinidad y experiencia en la pesca.

Este trágico episodio revive las preocupaciones sobre la seguridad de quienes realizan actividades marítimas recreativas o de subsistencia en zonas alejadas de cobertura institucional. Aunque en Cuba la pesca submarina es una práctica extendida en comunidades costeras, la falta de protocolos formales de emergencia o supervisión en algunas áreas puede hacer más vulnerables a quienes la ejercen.

Hasta ahora, las autoridades no han emitido un informe oficial sobre la causa exacta del fallecimiento, aunque se presume que pudo haber sido arrastrado por una corriente o sufrir un accidente durante la inmersión. La comunidad, por su parte, se ha volcado en muestras de solidaridad con la familia y en la organización de homenajes simbólicos para recordar su figura.

La recuperación del cuerpo pone fin a una búsqueda angustiosa, pero deja abierto un duelo que ha tocado profundamente a quienes compartieron con Herrera Silva su vida cotidiana y su pasión por el mar.

Autor