Florida endurece controles y sanciones por modificar o ocultar placas de vehículos: esto es lo esencial

Una reforma clave en las normas de tránsito de Florida entró en vigor el 1 de octubre de 2025 con la implementación de la ley HB 253, que endurece significativamente las sanciones para cualquier conductor que altere, manipule u oculte la matrícula de su vehículo. Lo que antes se trataba como una simple infracción de tráfico ahora puede convertirse en un delito penal, con consecuencias que van desde antecedentes hasta posibles penas de cárcel.

La nueva legislación busca frenar prácticas que, según las autoridades, se habían vuelto cada vez más comunes: cubiertas polarizadas que impiden la lectura de la placa, dispositivos que la giran para evadir peajes, láminas reflectivas que confunden cámaras y otros mecanismos utilizados tanto para evitar multas como para cometer delitos sin identificación.

El estado considera que estas modificaciones afectan directamente la seguridad pública y facilitan la impunidad en casos que van desde robos hasta agresiones cometidas desde vehículos sin visibilidad de matrícula.

Entre las acciones ahora prohibidas se incluyen cambiar el color de la placa, aplicar recubrimientos o tintes, instalar luces o aparatos que alteren su visualización, colocar cubiertas transparentes o ahumadas y utilizar mecanismos que la oculten o permitan intercambiarla. También se penaliza poseer, comprar, fabricar o vender dispositivos destinados a estos fines.

Las sanciones varían según la gravedad de la conducta. Alterar la placa o usar dispositivos para cubrirla constituye un delito menor de segundo grado, castigado con hasta 60 días de cárcel y multas de hasta 500 dólares. Quienes fabriquen o vendan estos aparatos enfrentan un delito menor de primer grado, con penas que pueden llegar a un año de prisión. Si el dispositivo se utiliza para cometer o facilitar un crimen, el conductor puede ser acusado de delito grave de tercer grado, sancionado con hasta cinco años de prisión y multas de 5.000 dólares.

La normativa recuerda además que las matrículas son propiedad del estado y deben ser devueltas cuando el vehículo se vende, se cancela el seguro o se deja de usar. No entregarlas puede generar la suspensión de la licencia y otros problemas administrativos. La devolución puede hacerse en oficinas de vehículos motorizados, recaudadores de impuestos o enviándose por correo a la dirección oficial del FLHSMV en Tallahassee.

La ley incorpora además disposiciones adicionales, como sanciones severas contra quienes utilicen luces policiales falsas, alteren pegatinas de registro o manipulen placas temporales, con el objetivo de cerrar vacíos que permitían evadir controles y sistemas automatizados.

El endurecimiento de estas medidas marca un cambio importante en la política de seguridad vial del estado, que busca combatir tanto la evasión de peajes como el uso de vehículos para actividades delictivas sin trazabilidad adecuada.

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