En la ciudad de Santiago de Cuba, un anciano conocido popularmente como Chepio fue hallado sin vida en la calle San Bartolomé. Los vecinos del área, cercana al Paseo Martí, reportaron que el cuerpo del hombre estuvo varias horas en la acera antes de que llegara Medicina Legal.
Chepio, que solía pasar sus días en los bancos de la Avenida Martí, era una figura conocida en la comunidad. Según relatos locales, habría vendido su vivienda y vivido de manera precaria, gastando lo obtenido en relaciones efímeras y enfrentando diversas enfermedades.
El suceso ha resaltado la vulnerabilidad de los ancianos en Cuba, donde la falta de recursos y un sistema de salud debilitado complican aún más la situación de los más desfavorecidos. El incidente no solo refleja la difícil realidad de los sin techo, sino que también ilustra la crisis económica y social que enfrenta el país.
La muerte de Chepio coincidió con iniciativas del gobierno cubano para abordar la situación de las personas sin hogar. En una reciente reunión del Consejo de Ministros, se discutió un plan destinado a mejorar la asistencia a los mendigos, mediante la apertura de nuevos centros de Protección Social en diversas provincias, incluyendo Las Tunas. Estos centros evaluarán y ofrecerán cuidados necesarios a aquellos que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, destacó que el número de personas en situación de calle ha aumentado considerablemente en comparación con la última década, subrayando la necesidad urgente de acciones gubernamentales eficaces.
Mientras tanto, el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di Lella aseguró que el enfoque del gobierno es integral y humanitario, buscando ofrecer soluciones sin recurrir a la detención de estas personas. El plan también se extiende a menores en situación de calle, quienes serán dirigidos a centros educacionales y sanitarios para su evaluación y atención.
Esta situación subraya la creciente preocupación por el bienestar social en Cuba, en un momento en que el país intenta gestionar las consecuencias de una crisis económica prolongada y sus efectos devastadores en las poblaciones más vulnerables.