Joshua Dean, quien fue auditor de calidad en Spirit AeroSystems, un proveedor de Boeing, falleció a causa de una infección repentina a la edad de 45 años. Dean se había destacado por ser uno de los primeros en denunciar públicamente defectos críticos en la fabricación del avión 737 MAX.
Resumen del suceso
- Joshua Dean falleció tras complicaciones de una infección grave.
- Había sido uno de los primeros en alertar sobre defectos en el 737 MAX de Boeing.
- Se enfrentó a graves problemas de salud que requerían intervenciones médicas extremas.
Dean fue hospitalizado inicialmente por problemas respiratorios agudos y rápidamente su estado se agravó, requiriendo intervención con una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), que ayuda a funciones cardíacas y respiratorias cuando los órganos del paciente no pueden operar de manera autónoma.
Durante su estancia en el hospital, Dean desarrolló complicaciones adicionales como neumonía y una severa infección bacteriana. Los esfuerzos médicos se intensificaron al punto de considerar la amputación de extremidades debido a un derrame cerebral que sufrió mientras estaba bajo cuidado intensivo.
Dean había sido despedido de Spirit AeroSystems en 2020 debido a recortes por la pandemia, pero regresó en 2021 como auditor de calidad. En octubre de 2022, denunció un grave error en la fabricación del mamparo de presión de popa del 737 MAX, acusando a la dirección de la empresa de ignorar sus advertencias.
Este suceso ocurre meses después de la muerte de John “Mitch” Barnett, otro denunciante de Boeing que murió en circunstancias sospechosas, lo que ha generado preocupación sobre la seguridad y la gestión de denuncias en la industria aeronáutica.
La muerte de Dean ha resaltado no sólo la severidad de las acusaciones contra Boeing y sus proveedores, sino también las posibles consecuencias personales que enfrentan aquellos que deciden hablar públicamente sobre irregularidades y defectos críticos en sectores tan vigilados como el aeronáutico.