Misael Enamorado Dager, quien ocupara cargos relevantes dentro del Partido Comunista de Cuba (PCC), incluyendo el de primer secretario en la provincia de Santiago de Cuba, retornó recientemente a la Isla junto a su familia tras una decisión voluntaria motivada por crecientes presiones legales y políticas en Estados Unidos. La salida se produjo a finales de marzo, según reveló una fuente al periodista Mario J. Pentón.
Enamorado Dager había ingresado a territorio estadounidense bajo un permiso de parole humanitario, situación que generó controversia desde que se hizo pública aproximadamente un año atrás. La polémica aumentó tras la intervención del congresista republicano Carlos A. Giménez, quien solicitó formalmente su expulsión por su historial político. El nombre del exdirigente figuraba en un listado de cien personas vinculadas a actos represivos en Cuba, promovido por miembros del exilio y actores políticos en el sur de Florida.
El antiguo miembro del Buró Político del PCC no logró regularizar su estatus migratorio permanente en Estados Unidos, a pesar de haber aplicado a través de la Ley de Ajuste Cubano. Esto, presuntamente, debido a su trayectoria como alto cargo del aparato político cubano.
Durante su estancia en Estados Unidos, Enamorado Dager residía en Houston, Texas. Fue primer secretario del PCC en Santiago de Cuba entre 1995 y 2009, y posteriormente pasó a formar parte del Secretariado del Comité Central hasta su destitución en 2013. En Cuba, su familia es propietaria de una vivienda que alquilan a turistas, la cual, según se comenta en círculos del exilio, habría sido otorgada por la familia Castro, lo que generó nuevas críticas.
El retorno de Enamorado representa un hecho poco común, al tratarse de uno de los primeros exfuncionarios de alto nivel del sistema político cubano en regresar voluntariamente a la Isla tras recibir presiones en territorio estadounidense.
Este caso ha reactivado el debate sobre la presencia de antiguos miembros del aparato estatal cubano en Estados Unidos. A pesar de las acciones emprendidas por congresistas y activistas, aún se reportan otros casos de exfuncionarios que permanecen en el país. Entre ellos figuran Eduardo Enríquez Blanco, exempleado del Ministerio del Interior (Minint), residente en Miami; Rosabel Roca Sampedro, exfiscal de Camagüey radicada en Houston; y Arelys Casañola Quintana, exdirigente en la Isla de la Juventud, quien se estableció en Kentucky tras solicitar asilo en la frontera sur.
También se han registrado intentos fallidos de ingreso, como el de Liván Fuentes Álvarez, expresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Isla de la Juventud, a quien se le negó la entrada. En otro caso notorio, Manuel Menéndez Castellanos, ex primer secretario del PCC en Cienfuegos, logró establecerse en Miami por reunificación familiar, lo que desató críticas desde el Congreso estadounidense hacia las políticas migratorias vigentes.