Periodistas que cubrían actividades en el North Lawn y el área conocida como “Pebble Beach” de la Casa Blanca fueron evacuados momentáneamente este martes, luego de que el Servicio Secreto activara una alerta de seguridad tras detectarse un objeto sospechoso en las inmediaciones.
Según confirmaron fuentes oficiales, la alarma se originó cuando un turista arrojó un teléfono móvil por encima de la reja perimetral. Ante la incertidumbre inicial sobre la naturaleza del objeto, se aplicaron de inmediato los protocolos de emergencia habituales en estos casos. Los reporteros fueron trasladados al interior del ala oeste mientras unidades especializadas inspeccionaban la zona.
Pocos minutos después, las autoridades determinaron que no existía una amenaza real. El objeto fue identificado como un teléfono celular sin contenido peligroso, por lo que la alerta fue levantada sin mayores consecuencias.
La secretaria de prensa Karoline Leavitt confirmó que no hubo intención hostil en el acto y que se trató de una medida estrictamente preventiva. La rápida respuesta del Servicio Secreto pone de manifiesto los niveles de seguridad que rigen en la sede del poder ejecutivo estadounidense, incluso ante situaciones aparentemente inofensivas.
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