En un esfuerzo conjunto por abordar la creciente problemática de la migración irregular, el gobierno de Estados Unidos se ha comprometido a financiar los vuelos de repatriación de migrantes en Panamá. Este acuerdo fue firmado recientemente por el Secretario de Seguridad Nacional de EE.UU., Alejandro Mayorkas, en el marco de su visita a Panamá para la toma de posesión del nuevo presidente panameño, José Raúl Mulino.
Durante la ceremonia, Mayorkas enfatizó la necesidad de una estrategia regional para enfrentar los desafíos que presenta la migración irregular, mientras que el presidente Mulino se comprometió a tomar medidas firmes, incluido el cierre del Tapón del Darién, una ruta predominante para los migrantes que se dirigen hacia el norte.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) ha indicado que este nuevo acuerdo busca promover una colaboración efectiva en la gestión de la migración. Parte del plan incluye la implementación de operaciones de repatriación seguras y efectivas para los panameños, asegurando que se realicen evaluaciones de protección adecuadas.
El DHS también destacó que Estados Unidos está trabajando con más de 21 socios regionales para coordinar acciones que promuevan la estabilidad, amplíen las vías legales de migración y manejen las fronteras de manera humana en todo el continente americano.
El anuncio de este acuerdo se produce en un momento en que Panamá enfrenta una presión sin precedentes por el flujo de migrantes a través del Tapón del Darién, una densa selva que ha visto transitar a más de medio millón de personas el año pasado. El presidente Mulino, durante su campaña, había expresado su profunda preocupación por la crisis humanitaria en la región y su compromiso de tomar medidas drásticas para contener el flujo migratorio.
Según datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, entre enero y junio de este año, 174,513 personas han cruzado esta ruta, destacándose un alto número de venezolanos, ecuatorianos, colombianos, chinos y haitianos, entre otros. La complejidad de esta situación refleja la urgencia de implementar soluciones efectivas y compasivas para manejar y potencialmente reducir el flujo de migrantes irregulares en la región.