España afronta este domingo sus novenas elecciones europeas desde su adhesión a la Unión Europea en 1985. Según reporta Europa Press, a lo largo de estas elecciones, el PSOE y el PP han alternado victorias, ganando cada partido cuatro veces, aunque en ocasiones las diferencias entre ambos han sido mínimas, situándose en lo que se denomina empate técnico.
Desde su entrada en la UE, el escenario político español en el contexto europeo ha sido dominado principalmente por estos dos grandes partidos. Los socialistas se alzaron con la última victoria en 2019 bajo la candidatura de Josep Borrell, quien consiguió 20 escaños y el 32,84% de los votos, y quien había liderado también la lista en 2004, logrando un 43,46% de los sufragios y 25 escaños.
Por otro lado, el PP registró su último triunfo en 2014 con Miguel Arias Cañete como cabeza de lista, obteniendo 16 escaños y el 26,09% de los votos, superando al PSOE por dos diputados. La historia electoral del PP también destaca victorias en 1999 y 1994, años en los que consiguieron una importante representación.
Aparte de estos dos colosos políticos, Izquierda Unida ha sido un jugador constante en estas elecciones, asegurando casi siempre un lugar en el Parlamento Europeo, excepto en 2004. Su mejor año fue 1994, cuando formó una coalición y logró nueve escaños.
La participación de nuevos partidos como Podemos, que irrumpió en 2014 con cinco escaños, y la presencia de Ciudadanos y Vox en las recientes elecciones, reflejan la diversificación del panorama político español en Europa.
También cabe destacar la participación de formaciones nacionalistas e independentistas, que a menudo han buscado alianzas para maximizar su impacto electoral. En 2019, ERC, Bildu y BNG se presentaron bajo la marca ‘Ahora Repúblicas’, logrando tres diputados.
Las elecciones europeas, siendo de circunscripción única a nivel estatal, ofrecen una plataforma única para que diversas fuerzas políticas, incluidas aquellas con base regional o ideológica específica, busquen el apoyo más allá de sus territorios habituales, reflejando así la complejidad y pluralidad de la política española en el contexto europeo.