El Gobierno de España, junto con los de Eslovenia, Irlanda y Noruega, ha manifestado su rechazo a la reciente aprobación de una ley por parte del Parlamento israelí (Knesset) que prohíbe las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) tanto en Israel como en los territorios palestinos. Según reporta Europa Press, la medida ha sido considerada como un «precedente muy grave» que afecta no solo a la UNRWA, sino a toda la labor multilateral de la ONU.
En un comunicado, el Ministerio de Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España defendió el rol de la UNRWA, señalando que su labor es «esencial e irreemplazable» para millones de refugiados palestinos, especialmente en el contexto actual de Gaza. La declaración subraya el compromiso de España y sus aliados europeos de continuar apoyando a la UNRWA y trabajar con países donantes y de acogida para asegurar su misión humanitaria.
La ley, que obtuvo el respaldo de 92 de los 120 diputados israelíes, ha sido vista como un ataque directo a la agencia de la ONU, cuya actividad en la región estaba fundamentada en un acuerdo de 1967, ahora revocado. Desde hace años, Israel ha criticado a la UNRWA, alegando que apoya a milicias palestinas, y en marzo pasado, Israel acusó a empleados de la agencia de estar vinculados con organizaciones terroristas, lo que llevó a varios países a congelar fondos para la entidad. Sin embargo, una investigación dirigida por la exministra francesa Catherine Colonna en abril descartó pruebas de dichos vínculos.
El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, también expresó preocupación, advirtiendo que esta prohibición «profundiza el sufrimiento de los palestinos». La decisión de la Knesset ha suscitado llamados internacionales, incluso del secretario general de la ONU, António Guterres, para revertir la medida, dado que representa una acción sin precedentes en contra de una agencia de la ONU por parte de un estado miembro.