La reciente pérdida de Walfrido López Rodríguez, un joven de 16 años en Bayamo, ha puesto en discusión la importancia de fortalecer la educación social y la seguridad en Cuba. Walfrido, quien era conocido como «Titico el Erifa», murió trágicamente el pasado sábado tras intentar proteger a un amigo en una disputa en el parque Carlos Manuel de Céspedes. Este joven, destacado en karate y querido en su comunidad por su carácter amable, fue inmovilizado por un grupo de jóvenes, uno de los cuales le propinó las heridas fatales. La comunidad de Granma lo recuerda como un muchacho con un futuro prometedor y amistades sólidas, lo que ha hecho de su partida un evento doloroso.
En otro hecho lamentable ocurrido en La Habana, José Ángel Regüeiferos Fontanal, un hombre de 59 años, perdió la vida al intentar impedir un robo en su vivienda en Calzada del Cerro. De acuerdo con testimonios de personas cercanas, Regüeiferos, originario de Santiago de Cuba, se enfrentó a los intrusos que irrumpieron en su hogar, quienes reaccionaron violentamente.
Ambos incidentes han sensibilizado a la ciudadanía, que ahora propone fortalecer la educación social en espacios clave como las escuelas y la televisión. Se espera que, con programas que fomenten valores de respeto y buena convivencia desde edades tempranas, se contribuya a prevenir situaciones de conflicto. La sociedad cubana mira hacia el futuro con el deseo de reforzar estos valores en todos sus sectores, promoviendo una convivencia pacífica y segura en todos los espacios de la comunidad.