La presencia de animales sueltos en las carreteras de Cuba continúa siendo una fuente de peligro para conductores y peatones, evidenciando un problema crónico en la gestión de la seguridad vial. Este fenómeno, lejos de ser un incidente aislado, es un reflejo del descontrol en la tenencia de animales y la falta de medidas efectivas por parte de las autoridades competentes para mitigar los riesgos asociados.
Un caso emblemático de las consecuencias trágicas de esta situación fue el accidente masivo ocurrido en 2003 en un segmento de la autopista nacional en Villa Clara, que resultó en 34 fallecidos y 72 lesionados. Este siniestro, provocado por un animal suelto en la vía, debió haber marcado un antes y un después en la política de gestión y control animal. Sin embargo, dos décadas más tarde, los incidentes relacionados con animales en las carreteras persisten, reflejando una falta de conciencia y responsabilidad tanto de los dueños de los animales como de las instituciones encargadas de enfrentar esta problemática.
La incidencia de animales, tales como vacas, terneros y otros, merodeando libremente por las fajas de carreteras, especialmente en áreas rurales, se mantiene como una amenaza constante para la seguridad de los viajeros. Estos escenarios no solo se presentan en vías secundarias sino también en arterias principales del país, incluida la autopista nacional, donde se han reportado casos de animales sueltos, incrementando el riesgo de accidentes.
Pese a los esfuerzos reportados por las autoridades, incluyendo recorridos, decomisos y la imposición de multas, el número de infracciones no muestra una tendencia a la disminución. La situación se agrava ante el panorama económico del país, que limita la capacidad de acción y respuesta de las entidades gubernamentales. La Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria ha señalado que, aunque el año 2023 vio una reducción en la cantidad de accidentes y lesionados, se registró un aumento en el número de fallecidos, algunos de estos casos vinculados directamente a la problemática de los animales sueltos.
El Ministerio de la Agricultura, como ente rector encargado de la recogida y el decomiso de estos animales, enfrenta el desafío de implementar medidas más efectivas y sostenibles para prevenir la ocurrencia de estos incidentes. No obstante, la solución requiere de una mayor responsabilidad y control por parte de los propietarios de los animales, así como de una cooperación más estrecha entre las diferentes instituciones y la comunidad.
El control de la tracción animal y la educación de sus usuarios sobre las normativas de seguridad vial se presentan como aspectos cruciales para disminuir el número de accidentes. Además, es fundamental que los propietarios de ganado tomen medidas preventivas, como el mantenimiento adecuado de las cercas y la vigilancia constante de sus animales, para contribuir a la seguridad en las vías.
Este problema, que afecta la seguridad y el bienestar de la población, requiere de una respuesta coordinada y eficaz por parte de todos los actores involucrados. La preservación de la vida humana debe ser la prioridad en la gestión de esta problemática, que año tras año deja un saldo lamentable de accidentes y víctimas.
