En 1933, se concibió una ambiciosa expedición aérea que buscaba conectar las ciudades de Sevilla, Camagüey, La Habana y México. Esta hazaña, llevada a cabo por el avión Breguet XIX conocido como «Cuatro Vientos», fue un proyecto pionero en la aviación transatlántica, demostrando tanto el coraje humano como los avances tecnológicos de la época. La tripulación, compuesta por el capitán Mariano Barberán y el teniente Joaquín Collar, despegó de Sevilla el 10 de junio de 1933, iniciando un viaje que prometía romper barreras y unir continentes.
El vuelo del «Cuatro Vientos» comenzó su travesía cruzando el Atlántico, un recorrido de 6,300 kilómetros que fue completado en 40 agotadoras horas. El éxito inicial fue celebrado cuando el avión aterrizó en Camagüey, Cuba, donde fue recibido con gran entusiasmo y admiración por los camagüeyanos. Al día siguiente, el 11 de junio, el «Cuatro Vientos» partió hacia La Habana, continuando su recorrido sin contratiempos. Esta etapa del viaje consolidó la confianza en la misión y en la habilidad de su tripulación.
Sin embargo, la última etapa del vuelo, que llevaría al «Cuatro Vientos» de La Habana a México, se convirtió en uno de los más grandes misterios de la aviación. El 20 de junio, el avión despegó de La Habana y nunca más se volvió a tener noticias de él. La desaparición del «Cuatro Vientos» dejó una estela de incertidumbre y numerosas teorías sobre lo que pudo haber ocurrido. La falta de comunicación y la ausencia de restos del avión contribuyeron a que este misterio permaneciera sin resolver hasta el día de hoy.
El destino del «Cuatro Vientos» y su tripulación sigue siendo objeto de especulación y estudio. Algunos sugieren que el avión pudo haber enfrentado problemas técnicos, mientras que otros proponen que pudo haber sido víctima de condiciones meteorológicas adversas o errores de navegación. A pesar de los avances en tecnología y la exploración, el paradero final de Mariano Barberán y Joaquín Collar sigue sin conocerse, perpetuando una leyenda en la historia de la aviación.
Según la fuente Nostalgia Cuba en Facebook, el vuelo del «Cuatro Vientos» no solo representó una proeza técnica, sino también un testimonio del espíritu aventurero y la determinación humana. Este evento histórico ha capturado la imaginación de historiadores y entusiastas de la aviación, quienes continúan investigando y debatiendo sobre el misterioso desenlace de esta épica travesía. La historia del «Cuatro Vientos» sigue siendo un recordatorio de los riesgos y desafíos que enfrentaron los pioneros de la aviación, y de cómo sus esfuerzos allanaron el camino para el desarrollo de los vuelos transatlánticos que hoy damos por sentados.
