La Habana, Cuba – Los residentes del municipio de Marianao han expresado su creciente desesperación ante la acumulación de basura que lleva sin recogerse durante más de 20 días. La situación se ha vuelto insostenible, con montañas de desechos que atraen gusanos y ratas, generando un serio riesgo para la salud pública.
Vecinos de Marianao han denunciado que la proliferación de estos vectores de enfermedades amenaza con convertir la zona en un foco de infecciones. «Nos van a comer vivos los gusanos y las ratas», comentó un residente preocupado que prefirió mantener el anonimato. Las imágenes y testimonios que circulan en redes sociales muestran calles llenas de basura, creando un ambiente insalubre y peligroso.

Este problema no se limita solo a Marianao. La acumulación de basura es un problema generalizado en La Habana y en otras partes del país. La ineficiencia en la recolección de desechos sólidos ha generado críticas generalizadas hacia las autoridades. Muchos cubanos se quejan de que el gobierno no hace absolutamente nada para resolver esta crisis, a pesar de las múltiples quejas y peticiones de intervención por parte de los ciudadanos.
La falta de acción gubernamental ha llevado a los habitantes de diversas comunidades a organizarse por su cuenta para intentar manejar la situación, pero sus esfuerzos son insuficientes frente a la magnitud del problema. Los residuos se amontonan más rápido de lo que pueden ser eliminados, exacerbando la desesperación de los vecinos.
Esta crisis de basura resalta no solo la falta de recursos y organización en la gestión de residuos, sino también un grave descuido en la atención de necesidades básicas de la población. Mientras tanto, los residentes de Marianao y otras zonas afectadas continúan lidiando con las consecuencias diarias de vivir entre basura y desechos.
Las autoridades han sido llamadas a tomar medidas urgentes para resolver esta crisis y asegurar un entorno seguro y saludable para todos los ciudadanos. La comunidad espera una respuesta inmediata que demuestre un compromiso real con el bienestar de la población.