El Hotel Nacional de Cuba: Historia, Glamour y Leyendas en La Habana

El Hotel Nacional de Cuba, situado en lo alto de una colina con vista al malecón habanero y al Golfo de México, es mucho más que un lugar de hospedaje. Desde su inauguración en 1930, este majestuoso edificio ha sido testigo de algunos de los momentos más significativos de la historia cubana, además de un punto de encuentro de la élite mundial.

Construido con un estilo ecléctico que fusiona elementos hispánicos, romanos y art déco, el hotel fue diseñado por la reconocida firma estadounidense McKim, Mead & White, la misma que diseñó edificios icónicos como la Biblioteca Pública de Boston y la Universidad de Columbia. En sus primeros años, el Hotel Nacional estaba destinado exclusivamente a turistas estadounidenses, y se le prohibía a los cubanos hospedarse en él, lo que reflejaba el clima de segregación que prevalecía en esa época.

Uno de los episodios más fascinantes en la historia del hotel fue la «Conferencia de La Habana» de 1946, una reunión secreta de las figuras más poderosas de la mafia estadounidense, incluyendo a Lucky Luciano. Esta reunión, que consolidó el control de las operaciones de la mafia en Cuba, fue inmortalizada en el cine en la famosa película El Padrino Parte II, aunque las escenas fueron filmadas en otro país.

El glamour del hotel no solo se limitó a la mafia. En la década de 1950, cuando La Habana era considerada el «Las Vegas del Caribe», el hotel brillaba con la presencia de artistas como Frank Sinatra, Ava Gardner, y Marlon Brando. Además, figuras políticas de renombre, como Winston Churchill y Ernesto «Che» Guevara, también se alojaron en sus lujosas habitaciones. Tras la Revolución Cubana de 1959, el hotel fue nacionalizado, y aunque se cerraron sus casinos, su fama no disminuyó. Durante la Crisis de los Misiles en 1962, se instalaron baterías antiaéreas en sus jardines, y se construyeron túneles subterráneos que hoy pueden visitarse.

El Hotel Nacional ha continuado siendo un imán para el cine, la música y la política. A lo largo de los años, ha recibido a una larga lista de celebridades, desde Nat King Cole hasta Steven Spielberg, y ha sido el escenario de festivales de cine y eventos culturales de renombre.

Entre las curiosidades más destacadas del hotel, se encuentran las piezas de ajedrez que adornan su tejado, una referencia al gran maestro cubano José Raúl Capablanca, campeón mundial entre 1921 y 1927. Además, cuenta la leyenda de que el hotel está embrujado, con relatos de visitantes que afirman haber visto fantasmas en sus pasillos, especialmente después de una buena cantidad de mojitos.

En la actualidad, el Hotel Nacional es una parada obligada para cualquier visitante de La Habana. Su imponente arquitectura, combinada con su rica historia y sus espectaculares vistas del malecón, lo convierten en un verdadero monumento al pasado y presente de Cuba. Declarado Monumento Nacional y Patrimonio de la Humanidad, sigue siendo un símbolo del lujo, el poder y el encanto atemporal de la isla.

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