Dos diplomáticos rusos, Sergei Baldin y Cardmath Solomatin, protagonizaron un controvertido incidente en Buenos Aires al negarse a someterse a un control de alcoholemia durante un operativo vial realizado el 25 de diciembre. Los funcionarios, quienes alegaron inmunidad diplomática, permanecieron atrincherados en sus vehículos con matrícula oficial durante más de una hora, lo que generó la intervención de las autoridades locales, la Cancillería argentina y el Ministerio de Seguridad.
Contexto del Incidente
El operativo, llevado a cabo en la Avenida del Libertador, tenía como objetivo realizar controles de alcoholemia por las celebraciones navideñas. Baldin, de 38 años, conducía un Volkswagen Vento, mientras que Solomatin estaba al mando de un Toyota Corolla. Ambos vehículos poseen matrícula diplomática vinculada a la embajada rusa en Argentina.
Los diplomáticos se negaron a realizar los controles y citaron la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas para justificar su inmunidad, lo que escaló las tensiones con los agentes de tránsito y requirió un amplio despliegue policial.
Postura de la Embajada Rusa
La embajada rusa emitió un comunicado calificando el incidente como una «grave violación del derecho internacional». En defensa de los diplomáticos, Alexander, primer secretario de la embajada, afirmó que “los vehículos diplomáticos no pueden ser objeto de parada, registro o embargo” según lo estipulado por la convención de Viena.
Roles de los Diplomáticos
Baldin está registrado como residente en la representación comercial de Rusia en Argentina y está relacionado con actividades comerciales bilaterales, aunque su rol exacto en la misión no ha sido confirmado. Por su parte, Solomatin es codirector de la Casa de Rusia en Buenos Aires, una institución cultural que fomenta la relación entre ambos países. Su papel visible en eventos públicos subraya su relevancia en la esfera diplomática y cultural rusa en Argentina.
Reacción de las Autoridades Argentinas
Las autoridades locales, encabezadas por la Cancillería y el Ministerio de Seguridad, trasladaron el caso al Departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal. A pesar de la inmunidad diplomática de los implicados, se labraron actas por infracciones al código vial. Las autoridades enfatizaron que, aunque la Convención de Viena protege a los diplomáticos, también establece la obligación de cumplir con las leyes del país anfitrión.
Debate Internacional
El caso ha reavivado el debate sobre los privilegios y responsabilidades de la inmunidad diplomática. Mientras que esta garantiza la protección de los representantes extranjeros, también exige que estos respeten las normativas locales. La negativa de Baldin y Solomatin ha generado críticas tanto en la opinión pública argentina como en el ámbito internacional.
Próximos Pasos
El caso continuará siendo tratado a nivel diplomático. Argentina podría solicitar explicaciones formales a Rusia a través de su Cancillería. Este incidente, que ha puesto en la mira las relaciones bilaterales entre ambos países, plantea la necesidad de un diálogo más claro sobre el cumplimiento de las leyes locales por parte de los diplomáticos extranjeros en suelo argentino.
