Un detective de la policía de Nueva York salvó la vida de un bebé que se estaba ahogando durante una intervención de tránsito registrada esta semana, en un hecho que ha sido destacado por las autoridades como ejemplo de reacción oportuna y formación profesional en situaciones críticas.
El incidente ocurrió cuando el oficial detuvo un vehículo que circulaba a exceso de velocidad por el carril de emergencia, una infracción grave en las vías rápidas de la ciudad. Al aproximarse al automóvil, la conductora comenzó a gritar de manera desesperada que su bebé no podía respirar y se estaba ahogando.
Ante la gravedad de la situación, el detective tomó al menor en brazos de inmediato y aplicó maniobras de primeros auxilios, incluyendo golpes controlados en la espalda y compresiones en el pecho, técnicas que solo deben ser realizadas por personal capacitado. Gracias a la intervención rápida y precisa, el bebé logró despejar las vías respiratorias y recuperar la respiración en cuestión de segundos.
Posteriormente, el menor fue evaluado por personal médico para descartar complicaciones, mientras que la madre expresó su profundo agradecimiento al oficial por haber actuado con rapidez y sangre fría en un momento de extrema angustia.
Las autoridades subrayaron que este tipo de situaciones demuestra la importancia de que los agentes de seguridad cuenten con entrenamiento en primeros auxilios y atención de emergencias, ya que una actuación inmediata puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Asimismo, recordaron que las maniobras de desobstrucción de las vías respiratorias deben practicarse únicamente por personas debidamente entrenadas.
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