Un operativo coordinado entre autoridades locales y las Brigadas Campesinas Revolucionarias resultó en la desarticulación de una valla clandestina dedicada a las peleas de gallos en el municipio de Sibanicú, provincia de Camagüey. La intervención tuvo lugar en una zona rural del territorio, donde presuntamente se realizaban encuentros ilegales con participación de apostadores locales y foráneos.
Según informaron medios oficiales, durante la acción fueron ocupados animales, estructuras improvisadas para los combates y otros elementos asociados a este tipo de eventos, que violan abiertamente la legislación cubana en materia de protección animal. No se ha precisado el número exacto de personas implicadas, pero se supo que algunos ciudadanos fueron conducidos para ser procesados por las autoridades competentes.
El operativo se inscribe en una línea de trabajo que las instituciones locales vienen fortaleciendo en los últimos años, con el objetivo de frenar las actividades ilícitas que fomentan el maltrato animal, el juego ilegal y la proliferación de redes informales de apuestas. En ese sentido, se ha elogiado la labor de las Brigadas Campesinas, conformadas por voluntarios que actúan en coordinación con el Ministerio del Interior y otras entidades gubernamentales.
No obstante, el fenómeno de las peleas de gallos clandestinas sigue representando un desafío en diversas zonas del país, donde persisten prácticas tradicionales amparadas en la tolerancia comunitaria, la falta de vigilancia efectiva o la complicidad de determinados sectores.
Con este desmantelamiento, Sibanicú se convierte en uno de los municipios que adopta una postura más proactiva frente a este tipo de delitos, aunque voces críticas advierten que mientras no se apliquen sanciones ejemplares y campañas educativas más amplias, la erradicación definitiva de estas prácticas será difícil.
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