Desempeño Olímpico de Cuba en París Refleja Declive del Deporte Nacional

La delegación cubana que participó en los Juegos Olímpicos de París 2024 registró su peor desempeño en más de seis décadas, marcando un punto bajo en la historia del deporte en la Isla. Con solo dos medallas de oro, una de plata y seis de bronce, Cuba cayó al puesto 32 en la tabla de posiciones por naciones, la ubicación más baja desde 1960.

A pesar de las expectativas de concluir entre los primeros 20 países, las esperanzas de la delegación fueron rápidamente desvanecidas. La ausencia de la acostumbrada cosecha de títulos en deportes tradicionales como el boxeo, donde solo uno de los cinco competidores llegó a la final de su categoría, reflejó las dificultades que enfrentaron los atletas cubanos en París.

La situación fue aún más preocupante en disciplinas como el atletismo, donde Cuba no obtuvo medallas por primera vez desde 1960. El judo, otra de las fortalezas históricas de la Isla, tampoco logró brillar, lo que contribuyó al balance negativo de la delegación.

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, atribuyó parte de estos resultados al impacto del bloqueo económico de Estados Unidos, señalando que ha dificultado la preparación de los atletas. Sin embargo, los números muestran una tendencia a la baja que ya había comenzado en ediciones anteriores de los Juegos Olímpicos.

Por otro lado, los atletas cubanos que compitieron bajo la bandera de otros países, conocidos como «desertores», tuvieron un desempeño destacado. Estos 21 deportistas, quienes representaron a naciones como España, Portugal y Turquía, lograron un total de ocho medallas, casi igualando la cosecha de la delegación oficial cubana. Entre ellos, el triplista Jordan Díaz, ahora compitiendo por España, ganó una medalla de oro, mientras que Pedro Pablo Pichardo, representando a Portugal, se llevó la plata en la misma prueba.

El desempeño de los emigrados cubanos, que destacaron en varias disciplinas, subraya la creciente disparidad entre los atletas que permanecen en la Isla y aquellos que buscan mejores condiciones de entrenamiento y competición en el extranjero. Este fenómeno pone en evidencia los desafíos que enfrenta el deporte cubano en un contexto de crisis económica y falta de recursos.

Los resultados obtenidos en París 2024, con una cosecha de medallas considerablemente menor que en ediciones anteriores, plantean serias interrogantes sobre el futuro del deporte en Cuba y la capacidad del país para recuperar su antigua gloria en el escenario olímpico.

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